
El Ministerio de Relaciones Exteriores rechazó de manera categórica la estancia en la bahía de Guantánamo de un submarino de propulsión nuclear en la base militar estadounidense ubicada allí.
Según la declaración de la cancillería, el acto constituye una escalada de Washington cuyos motivos políticos o estratégicos son desconocidos.
Para Cuba, la presencia del sumergible obligó a cuestionar cuál fue la razón del hecho en esta región pacífica del mundo, contra qué objetivo estuvo dirigido y qué propósito estratégico persiguió.
La cartera recordó que las 33 naciones de la región son firmantes de las Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, suscrita en La Habana en enero de 2014.
En ese sentido, advirtió sobre el peligro de la presencia y circulación de submarinos nucleares de las fuerzas armadas de EE.UU. en el área geográfica.
El mensaje también advirtió sobre establecimiento de más de 70 bases militares norteamericanas en la región.
En tiempos recientes, sus altos mandos militares hicieron referencia a la intención de usar su poderío bélico para asegurar las ambiciones de EE.UU. sobre los recursos naturales de América Latina y el Caribe.
La base militar ocupa ese territorio de 117 kilómetros cuadrados desde hace 121 años, en contra de la voluntad del pueblo cubano y como rezago colonial de la ocupación militar iniciada en 1898, tras la intervención expansionista en la guerra de independencia de los cubanos contra España.
Fuente Al Mayadeen Español