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Por Néstor R Ramírez
Las pugnas internas en algunos grupos que inciden a lo interno del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) impidió presentar una candidatura consensuada y representativa de todos, con el riesgo de que lo que se desea combatir, continúe más allá de las elecciones de este próximo viernes,29 de agosto del 2025.
Responsabilizar a la Comisión Nacional Electoral de agudizar la crisis, es obviar la responsabilidad que recae en los grupos; Convergencia, Dos Generaciones y la Facción del Marcelino Vega, que dirige Aurelio Henriquez. Excluido el Raphy Duran.
En un escenario de crisis, como el que viene arrastrando el CDP, atribuirle parcialidad a una Comisión Electoral, es ingenuidad. Este no es el primer caso. La intromisión de Luis Pérez, como presidente de la CNE, en el pasado escrutinio electoral en la seccional de Nueva York,es muestra del sesgo que vienen arrastrando las Comisiones Electorales que se forman en el CDP.
Satanizar la CNE es propio de quienes teniendo la solución no fueron capaces de unir voluntades para consensuar y presentar una candidatura en un solo bloque. Lamentar y atribuir fracasos, teniendo la solución y no aprovecharla es agudizar la crisis moral y ética que irremediablemente continuará en el gremio que dicen defender.
Los que creyeron en lo legal como recurso, obviando lo legítimo para rescatar al Colegio de Periodistas, se enredaron en las redes de una ley deficitaria que no da solución satisfactoria a las necesidades del CDP. Es contradictorio el marco legal de la 10-91 y las disposiciones del reglamento que tiene su poder en los estatutos que ordena la Asamblea General como máximo organismo del gremio profesional.
Los grupos divisionistas que levantaron banderas personales, en detrimento del colectivo, no deben llorar lo que con alegría pudieron celebrar.
El caso de José Beato lo confirma y a la vez denota un acto individual y no colectivo. El resultado debe convertirse en un punto de inflexión para reflexionar seriamente sobre acciones futuras,.
Todos sabemos la probabilidad de triunfo de la facción del MMV que tiene como candidato al profesor Luis Pérez. Dos Generaciones, Convergencia, la facción del MMV de Aurelio Henriquez y el Raphy Duran, tuvieron la oportunidad histórica de imposibilitar esa probabilidad.
Acuar la cabeza de Quiterio Cedeño, quien preside la CNE, para defender la deficiencia de los coordinadores de grupos es incoherente e injustificable.