
El Ministerio de Sanidad (HAMAS) en la Franja de Gaza sugiere que son unas 7 000 las personas que yacen bajo las ruinas de las viviendas.
Los desaparecidos palestinos se cuentan a miles. Muchos yacen bajo los escombros de las 70 000 viviendas completamente destruidas por los bombardeos que realiza el gobierno de Benjamín Netanyahu. También están enterrados entre los restos de mampostería del centenar de escuelas y universidades atacadas. Quizás sigan sepultados en las 227 mezquitas demolidas por la aviación israelí. O en los 290 000 edificios parcialmente derribados que todavía se mantienen en pie. Estos datos se difundieron tras 175 días de guerra. Una guerra que continúa pese a la resolución para un alto al fuego del Consejo de Seguridad de la ONU que Israel no acata.
Pero los desaparecidos son más y no todos siguen tapados por toneladas de piedras y cemento. Lo afirmaba en octubre pasado Muhammad Aruri, responsable de asuntos jurídicos del Sindicato General de Trabajadores Palestinos. “Hay 5000 de los que no tenemos ninguna información. No sabemos si están vivos o muertos”. Se refería a obreros que cumplen distintas tareas en Israel, a ciudadanos detenidos en la Franja sobre los que no hay estadísticas, a quienes un informe del Washington Post describió a mediados de marzo citando algunos casos: “Un adolescente que vendía cigarrillos. Un cantante en ascenso. Un ingeniero de una planta embotelladora local… se encuentran entre los miles de personas que han sido reportadas como desaparecidas en Gaza”.
Las cifras oficiales sobre desaparecidos del Ministerio de Sanidad palestino eran corroboradas por otra fuente independiente sobre el terreno. De los 7000 casos daba cuenta el informe diario sobre la situación en Gaza de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU. Destacaba, además, que el 70 % de las víctimas eran mujeres y niños. Sus cuerpos quedaron atrapados entre las ruinas de los edificios donde residían. Siguen ahí sin poder ser identificados. Pero hay más desaparecidos. Su ausencia no es producto de los bombardeos.
El delito de desaparición forzada ha sido denunciado por la Sociedad de Prisioneros Palestinos (PPS). A principios de febrero, la misma fuente difundió que el número de detenidos por las FDI en Cisjordania llegaba a casi 6540. Solo en ese territorio y sin contar Gaza, desde que empezó la guerra para repeler la incursión de Hamas en el sur de Israel que terminó en una masacre de civiles y con la toma de rehenes.
Aquel número de la PPS incluso supera al que publicó la Cruz Roja Internacional para la Franja. La organización informó que habría unos 5000 desaparecidos, muchos de ellos tomados en razias o puestos de control.
El gobierno de Netanyahu utiliza inteligencia artificial para detener palestinos. Esa modalidad tecnológica no es nueva. Antes que en Gaza la aplicó en Cisjordania para monitorear los movimientos de la población local en 2023. “Tanto en Hebrón como en la Jerusalén Oriental, la tecnología de reconocimiento facial respalda una densa red de cámaras CCTV para mantener a los palestinos bajo observación casi constante», dijo Amnistía Internacional.
Las víctimas totales palestinas en 175 días de guerra en Gaza llegan – según el Ministerio de Sanidad (HAMAS)– a 32 782 muertos y 75 092 heridos relevados en los hospitales. Un informe de los daños causados a la población civil que dio la misma fuente señala que la suma de víctimas mortales se incrementa hasta 39 782 sí se agregan los desaparecidos. De esa suma, 14 350 son niñas y niños y 17 000 viven sin uno o sus dos padres.
Hay 700 000 personas con enfermedades infecciosas por los desplazamientos que provocan los bombardeos. Unos 10 000 pacientes con cáncer pueden morir si no reciben tratamiento. Unas 60 000 mujeres embarazadas no tienen acceso a la atención médica. 8000 palestinos contrajeron hepatitis viral. Y dos millones de personas fueron forzadas a huir de donde vivían. Sobre ellas cayeron 70 000 toneladas de explosivos. Si no las mataron, quedaron mutiladas, sin destino cierto a la intemperie y al borde de una hambruna.
Un informe de la relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, consideró que “se cumplen los criterios que apuntan a que Israel está perpetrando un genocidio”.
Fuente Página 12







