Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- Dominicanos residentes en esta ciudad lamentan el fallecimiento este sábado del poeta dominicano Justo Manuel Luperón (Frank Adolfo), quien residiera por más de 50 años en la urbe y se convirtiera en el bardo de la comunidad dominicana.
Procedente de Barahona-RD, Adolfo fue un locutor profesional que manejó de manera perfecta el idioma español, trabajó en varias emisoras en la República Dominicana, un amante incansable por las bellas artes, del buen vestir y decir con manejo profundo de la lingüística.
Estudió en Bellas Artes y en el Instituto Dominicano de Periodistas (IDP). Participaba en la mayoría de los actos cívicos dominicanos en la Gran Manzana y otros estados de los Estados Unidos.
Fue presidente del Instituto Duartiano-NY, declamador profesional, convirtiéndose en uno de los mejores del país a nivel nacional e internacional; fue un defensor y promotor de la cultura quisqueyana 24/7, unos de los grandes en enarbolar la dominicanidad en playas extranjeras, como lo describe su inseparable amigo Bienvenido Lara Flores, ex vicecónsul y ex presidente del Instituto Duartiano-NY.
Muchos connacionales comentan en el Alto Manhattan, “no hay tiempo para despedir a un artista como Frank Adolfo con tristeza y lágrimas, sino haciendo acopio a su gran legado cultural y patriótico que dejara al pueblo dominicano”.
En algunos momentos era criticado y debía mudarse con frecuencia por la falta del apoyo económico de quienes pudieron hacerlo y no lo hicieron en vida, es posible que hoy en día comiencen a pedir una calle a su nombre (bien merecida) entre otras cosas.
El poeta falleció la mañana de este sábado en el hospital Mount Sinai, ubicado en la avenida Madison con calle 99 en Manhattan.
Será expuesto en los próximos días en una funeraria del Alto Manhattan, cremado y sus cenizas trasladadas a su natal Barahona para ser entregada a su madre, como lo pidiera en vida y dejara constancia en una carta. ¡Paz a su alma! Deseos de Prensa & Comunidad Hispana (PreCoHis).