En la guerra, no todo son armas y batallas. El espionaje y el ingenio pueden cambiar el curso de un conflicto bélico
No es la primera noticia que vemos sobre el uso de drones durante la guerra de Ucrania y Rusia. Al principio, el gobierno ucraniano solicitó a sus ciudadanos todos los drones particulares que tuviesen por casa, y también pidió la colaboración de pilotos expertos en ellos para ayudar en las operaciones de espionaje y maniobrabilidad.
En la actualidad, el uso de drones en este conflicto ha escalado de manera asombrosa. El ejército ucraniano ya no solo emplea drones normales, sino que cuentan con maquinaria especializada en defensa, espionaje y asalto. Los drones se han convertido en armas, como el Revolver 860, un cuadricóptero de combate creado por la empresa taiwanesa Dronesvision, y que puede llevar hasta ocho proyectiles de 60 milímetros.
Esta vez, hemos podido ver un vídeo de una operación con un dron. En lugar de derribar a un objetivo o bombardear una zona, el dron rescata un objeto que pertenece al ejército Ruso, un walkie-talkie. El vídeo lo ha compartido en Twitter el usuario David Marugán. En las imágenes podemos observar cómo un dron sobrevuela una zona de campo, sin ejército ni civiles, y va directo a un lugar en concreto.
El ‘walkie’ ha servido para espiar al bando contrario durante 9 días
Si nos fijamos bien en la zona, se notan las huellas de tanques y personas, por ahí había pasado el ejército ruso. El dron se acerca a un lugar donde hay un walkie-talkie tirado en el suelo, intacto y funcional. Tras unas cuantas maniobras, el piloto del dron es capaz, a distancia, de mover el aparato hasta conseguir rescatar el comunicador.
Las guerras del futuro serán muy diferentes a las de ahora, y estamos viendo avances
Según comenta Marugán, el ejército ucraniano ha podido escuchar, con total libertad, conversaciones del ejército ruso durante nueve días. Hasta que han cortado las comunicaciones. Las tareas de espionaje son tan importantes como las ofensivas y permiten que un bando gane ventaja sobre el otro mediante el robo de información.
En otras ocasiones, el ejército ucraniano ha aprovechado los drones para bombardear ciertos puntos estratégicos o para derribar carros de combate enemigos. Los drones Bayraktar TB2, de fabricación turca, o el Switchblade 300, un dron suicida ligero, han servido para cargarlos de proyectiles y acabar con ciertos objetivos sin poner en peligro ni al piloto ni a los soldados. Este tipo de tecnología nos da una idea de cómo serán las guerras del futuro, haciendo gran cantidad de daño sin necesidad de movilizar a grandes ejércitos.
Fuente: El Confidencial
About Author
