Estados Unidos cree que Rusia o fuerzas prorrusas filtraron documentos clasificados de guerra y modificaron sus datos en un acto propagandístico que resulta perjudicial para la próxima contraofensiva planificada del Ejército ucraniano contra las tropas rusas. Los documentos fueron publicados en las redes sociales Twitter y Telegram, esta última con gran alcance en la población rusa. El Pentágono ya abrió una investigación para dar con los responsables de la filtración.
Altos funcionarios de la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, confirmaron la filtración de documentos clasificados que detallan planes estratégicos de Washington y la OTAN para brindar apoyo al Ejército ucraniano en una posible contraofensiva contra las tropas rusas en término de días o semanas.
Los documentos mencionan, por ejemplo, la tasa de gasto de HIMARS —sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad suministrados por Estados Unidos— que pueden lanzar ataques contra objetivos como depósitos de municiones, infraestructura y concentraciones de tropas, desde la distancia. Una información que era secreta hasta hace unos días debido a la cautela del Pentágono, pero que ahora es conocida por millones de ciberusuarios.
Sin embargo, los documentos no detallan los movimientos militares del plan de la próxima contraofensiva ucraniana. Lo que sí ofrecen es una perspectiva actualizada de la intención del Ejército ucraniano y de la visión estadounidense durante el último mes de guerra.
Esta filtración de documentos de guerra clasificados que comprometen a la OTAN y a Estados Unidos es algo inusual. Durante el primer año de guerra, la información militar de Rusia es la que generalmente ha sido filtrada por los servicios de inteligencia ucranianos con ayuda de Estados Unidos; lo que ha permitido exitosas contraofensivas ucranianas y golpes fuertes en el Ejército ruso con la muerte de generales de alto rango.
Lo que más preocupa al Pentágono es la supuesta alteración por parte de terceros de los datos y cifras que proporcionan los documentos secretos, y además que estos circulen en redes sociales como Telegram con un alcance de 500 millones de ciudadanos rusos. Por lo que la información clasificada pudo servir como un arma propagandística de Rusia para desinformar sobre la situación actual de la guerra en Ucrania.
Según Mykhailo Podolyak, asesor del jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, la filtración contenía una «gran cantidad de información ficticia» y parecía una operación de desinformación rusa para sembrar dudas sobre la contraofensiva planeada por Ucrania.
«Estos son solo elementos estándar de los juegos operativos de la inteligencia rusa. Y nada más», dijo Mykhailo Podolyak en una declaración escrita.
Entre tanto, todavía no hay una respuesta formal por parte de Rusia ante las acusaciones de la filtración.
Guerra de desinformación: la veracidad de los datos en los documentos clasificados
La cifra de muertos del bando ucraniano y del ruso en la guerra ha sido el centro de la guerra de desinformación. Según los documentos originales filtrados, el Pentágono y otros analistas han estimado que Rusia ha sufrido cerca de 200.000 muertos y heridos, mientras que Ucrania ha tenido más de 100.000 muertos y heridos. Pero en la versión que circula en Twitter y Telegram, la cifra de muertos del lado ruso está entre 16.000 y 17.500 soldados, mientras que Ucrania habría sufrido hasta 71.500 muertes de soldados.
Analistas consultados por el periódico estadounidense ‘The New York Times’, medio que reveló la denuncia de los funcionarios de la administración Biden sobre la filtración, advirtieron que los documentos publicados por fuentes rusas podrían alterarse selectivamente para presentar la desinformación del Kremlin.
El Pentágono se ha negado a comentar sobre la autenticidad de los documentos que circulan en Twitter y Telegram, que están fechados el 1 de marzo y tienen marcas que los clasifican como «secretos» y «ultrasecretos». Pero el Departamento de Defensa inició una investigación al afirmar que una filtración de documentos tan sensibles es muy inusual.
A pesar de la alteración de algunas cifras, la preocupación expresada por Estados Unidos sobre la filtración de los documentos clasificados podría evidenciar que al menos ciertas partes sí son auténticas. Según aseguraron los analistas consultados por el ‘Times’, proporcionarían a Rusia información valiosa como los cronogramas para la entrega de armas y tropas por parte de Washington y la OTAN a Ucrania, el número de tropas ucranianas y otros detalles militares.
Respuesta de Ucrania a las filtraciones de documentos clasificados
Al principio de la guerra, Ucrania era reacia a compartir sus planes de batalla con Estados Unidos por temor a filtraciones, según funcionarios estadounidenses y europeos. Esta vez su temor parece haberse hecho realidad justo en un momento decisivo de la guerra en el este de Ucrania, con Bakhmut a punto de caer en manos rusas y con la intención tanto de Kiev como de Moscú de lanzar nuevas ofensivas a gran escala.
La denuncia de la filtración de los documentos que conciernen al apoyo militar de la OTAN y de Estados Unidos al Ejército ucraniano en la próxima ofensiva contra las tropas invasoras suscitó una reunión de la oficina presidencial y del comando supremo de las fuerzas armadas de Ucrania. Sin embargo, los funcionarios ucranianos son cautelosos y llaman a la calma; afirman que están verificando la autenticidad de los documentos filtrados y concluyen que se trata solo de un juego propagandístico de Rusia.
En la reunión de este viernes estuvo presente el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien no mencionó que se hubiera producido una filtración. No obstante, el objetivo del encuentro fue evitar futuras filtraciones de información militar.
«Los participantes de la reunión se centraron en las medidas para evitar la filtración de información sobre los planes de las fuerzas de defensa de Ucrania», dijo Mykhailo Podolyak, asesor del jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania.
No quedó claro si las discusiones se centraron en evitar filtraciones dentro de Ucrania o entre los socios occidentales con los que ahora comparte información.
Fuente: France24