
EDITORIAL
Para nadie es un secreto que en los últimos tiempos y con las diversas situaciones en que se vive a nivel mundial, la población pasa actualmente por un estado de estrés, del cual no se escapan los que habitan en este país caribeño, como lo es la República Dominicana; siendo este precisamente donde queremos llamar la atención de sus autoridades.
Resulta que en este país donde ningún gobierno le ha importado el estado de salud mental por el que atraviesen los dominicanos, dando que nunca se ha hecho importantes inversiones a fin de preservar la salud mental.
Como si todo esto fuese poco, el único hospital del país dedicado a esta rama tan importante que existió en el pasado fue cerrado, se trata del hospital Padre Billini (manicomio) que operaba en el kilometro 28 de la carretera Duarte.
Es penoso ver como debajo de los puentes, en las calles pululan enfermos mentales sin que ninguna autoridad se ocupe de la suerte de estos, como si no fuesen seres humanos, arrastrados por las circunstancias de la vida, mientras los servicios sociales gubernamentales giran la vista hacia otros lados para ni siquiera enterarse de la situación ciudadana, como si estos no existieran.
Prensa y Gente se hace eco de esta situación, porque es la voz de los sin voces, clamamos por una mayor sensibilidad gubernamental, a fin de que estos seres humanos tengan atención adecuada, o de alguna manera no continúen deambulando por las calles de la ciudad sin que nadie se conduela de ellos.
Hemos recibidos diversas denuncias de ciudadanos preocupados por dicha situación, y esto nos comprometes a señalar algunos puntos estratégicos de la ciudad de Santo Domingo donde se casi imposible el tránsito para una persona en situación normal, debajo del puente de la Av. Máximo Gómez con Nicolás de Ovando, la puerta del Conde, parque Enriquillo, Av. 27 de Febrero, Zona Colonial y otros lugares, que entre indigentes, delincuentes y enfermos mentales dificultan el trajinar diario ciudadano.
En todos los países del mundo los gobiernos dedican un capítulo importante para la salud mental, pero en un país como República Dominicana que carece de un sistema sanitario adecuado para cubrir las necesidades ciudadana, se hace muy difícil, y este medio Prensa y Gente se pregunta: ¿ hasta cuándo señor presidente, hasta cuándo?
En este país hace falta invertir en la gente o si no que se olviden de recibir turistas extranjeros.