El primer ministro sionista, Benyamin Netanyahu, juró el 37º gobierno el jueves y prometió que su coalición de extrema derecha brindará estabilidad política después de cinco elecciones consecutivas accidentadas desde 2019.
La confianza en el gobierno fue confirmada por 63 de los 64 miembros de la coalición, lo que constituye una mayoría estrecha entre los 120 escaños de la Knesset.
Con un total de 15 años en dos períodos en el puesto más alto del país, Netanyahu ahora está comenzando el tercero. Él es el primer ministro de “Israel” con más años de servicio. Este será su sexto gobierno, y al aliar a los partidos de extrema derecha y ultraortodoxos con su Likud de derecha, será el gobierno de línea más dura de él y de la entidad sionista hasta la fecha.
Según los acuerdos de coalición firmados entre el Likud y cada uno de sus cinco partidos asociados, así como los principios rectores publicados por el gobierno, el ejecutivo entrante dará prioridad a una reforma judicial integral, incluido el compromiso de aprobar una ley del Tribunal Supremo diseñada para reducir los controles judiciales sobre el poder ejecutivo y el poder legislativo, expandir los asentamientos y considerar la política de anexión de Cisjordania, combatir el costo de vida y centralizar aún más el control ultraortodoxo sobre los servicios estatales “judíos”.
Hablando ante el pleno de la Knesset antes del voto de confianza, Netanyahu presentó tres prioridades principales para su nuevo gobierno: detener el programa nuclear de Irán, desarrollar la infraestructura estatal, con énfasis en conectar la llamada periferia con el centro del país, y restaurar la seguridad interna y la gobernabilidad.
Muchos ministerios se han dividido o reorganizado. Otros están programados para rotación ministerial, se les quitaron o agregaron departamentos, o tienen más de un ministro. Solo cinco de los 31 ministros son mujeres, y una, la ministra de la Oficina del Primer Ministro, Galit Distal Atbaryan, aún no ha definido claramente su función. Otro, el ministro de Inteligencia, Gila Gamliel, fue designado en las horas entre que Netanyahu presentó su gobierno a la Knesset y el juramento.
La Knesset aprobó una ley contenciosa el miércoles para consolidar un amplio control político sobre la policía israelí, según el sitio web Times of “Israel”.
El martes, la Knesset aprobó una legislación que ahora permite que cualquier persona condenada por delitos pero que no haya recibido una sentencia de prisión sirva como ministro. Una segunda ley aprobada permite que dos ministros sirvan en la misma oficina.
Una tormenta de reacciones negativas y comentarios enfrentó al nuevo gobierno sionista dentro de la entidad de quienes se consideraban los “guardianes de la democracia”.
El el jefe de gabinete Dan Halotz advirtió a Netanyahu contra el colapso de la entidad.
El ex ministro de Asuntos Militar Moshe Yaalon dijo que el nuevo gobierno destruiría el régimen y agregó que los israelíes pagarían un alto precio por las políticas extremistas del nuevo gobierno.
Fuente: AlManar