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Por Freddy González
En el último año, cada 12 segundos el carnicero de Benjamín Netanyahu y el ejército israelita han asesinado un palestino en la zona de Gaza.
Más de la mitad son niños, mujeres y ancianos; según consta en el informe publicado el viernes 4 de octubre por el Ministerio de Exteriores gazatí, que tiene registradas al menos 41,802 víctimas mortales y más de 96,800 heridos, desde la incursión de las huestes sionistas en territorio ocupado por ellos.
Son 41,802 muertos en un año, lo que es igual a 3,483 asesinatos mensuales, 116 crímenes diarios; 5 sacrificios de vidas humanas por hora y 12 pérdidas de personas civiles ajenas al conflicto cada segundo.
Cifras escalofriantes de esta orgía de sangre cometida contra el pueblo palestino de Gaza obedeciendo a los planes expansionistas de los colonos israelíes.
Y como si esto fuera poco, a esta situación de genocidio se suman los más de 2000 muertos en una semana por el bombardeo que se lleva a cabo en Líbano, lo que ha venido a crear una atmósfera de guerra en toda esa región que amenaza la estabilidad de la misma y pone en peligro la paz mundial ante la mirada cómplice de occidente.
Si las naciones amantes de la paz, la convivencia pacífica y el respeto mutuo, sobre todo el propio pueblo de Israel que no comulga con el sionismo, no levantan su voz contra esta barbarie todos lloraremos lágrimas de sangre.
La convivencia pacífica y el respeto mutuo son imprescindibles para una paz duradera y estable entré las naciones y los pueblos del mundo.
Quienes incentivan la política y la cultura de la guerra son enemigos de la humanidad.