Carlos Henríquez, en su natal Salcedo y en gran parte de la provincia Hermanas Mirabal, es digno de tomar en cuenta.
Recientemente y cuando toda la clase política de esta zona se resguardó en su casa, este talentoso muchacho, hijo de una de la más insigne familia de esta localidad, ha estado tirado al medio, como se dice, entregando útiles escolares.
Desde las iglesias evangélicas, los dirigentes comunitarios, los diversos gremios de enfermerías, hasta los miembros de la Digessett, entre otros, todos han sentido en estos momentos de grandes dificultades económicas, la extensión de la mano amiga de Carlos, quien a pesar de su timidez y de esa vocación para servir y dar de sí sin pensar en si, como dice el lema rotariano, ha puesto una vez más la mirilla de los diversos sectores de esta ciudad, Salcedo, sobre su trabajo.
Sin embargo, es justo decir, también, que el trabajo de Carlos no se ha detenido aquí, y tal como lo manifestó en el día de ayer, el doctor Víctor López, director del Hospital Doctor Pascasio Toribio Piantini, de Salcedo, para este 29 del presente mes, se tiene previsto la entrega de medicamentos y otros utensilios hospitalarios, en donde una gran cantidad de salcedenses y no salcedenses, van a ser beneficiados, a traves de un operativo, que tanto él como su equipo, y en coordinación con la gobernación que preside Lissette Nicasio y la oficina de los Proyectos Estratégicos de la Presidencia, que en Hermanas Mirabal, coordina Domingo Adames, han estado trabajando.
Otros de los temas que son muy sensible para Carlos Henríquez, es aquel que tiene que ver con la juventud, el deporte y sobre todo, con el del desarrollo de la cultura, a nivel general, en donde la mano amiga de él, también se han dejado sentir de manera muy pronunciadas, lo que además le ha estado granjeando simpatía en los diversos sectores de Salcedo, sobre todo aquello que se le ha denominado pensantes.
Somos de opinión, de que al paso que van las cosas y de la simpatía que este noble joven ha estado cosechando como fruto del gran trabajo que viene desplegando sin pensar en clase social, credo religioso, o colores partidarios, de que este joven, repetimos, se está convirtiendo en todo un líder que nos hacen recordar los tiempos de un Bauta Rojas, Jaime David Fernández o de un Tomas Reyes cuando comenzaron sus pininos en los albores de la política doméstica.
Definitivamente, que estamos ante un joven que ha salido del cascaron y ya está dando cátedra de como es que se hace la política de servicios sin llegar a insultos, ni mucho menos de sumar antipatía, sino de sumar voluntades y sobe todo, de ganarse el aprecio como se lo está ganando, el ingeniero Carlos Henríquez, de Salcedo.