
Por Miguel SOLANO
En realidad el valor de las monedas se sustenta en el poder militar del Estado que la emite: ese es su auténtico respaldo, la verdadera cara de Lucifer.
Y el Estado que la emite, en función de su poder militar y la necesidad interna de su economía, la manipula.
Así, por ejemplo, usted tiene el caso del dólar y la República Dominicana. Tenemos un banco Central que actúa como regente del peso dominicano, pero en realidad todo cuanto hace es ejecutar las órdenes que llegan desde Washington a través del Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial…
El dólar es la moneda fuerte, el peso es la moneda débil: conseguir dólares es más difícil que conseguir pesos, entonces, ¿por qué los bancos pagan un interés menor por el dólar que por el peso? Porque las monedas no están sujetas a ninguna supuesta ley económica, sobre todo a la muy desprestigiada ley de «oferta y demanda».
Washington nos obliga a tener una reserva en dólares que en la actualidad anda por los 14 mil millones. Nuestros políticos se sienten muy orgullosos de ser psico-dependientes y dan esos números como una demostración de genialidad y fortaleza.
En realidad, ¿para qué sirve esa reserva? Para lo único que sirve es para demostrar el poder de Washington. Nosotros tenemos oro. La reserva en oro es mas fuerte y menos despreciable, pero Washington nos obliga a tener dólares y nos obliga a que no les atribuyamos al dólar ningún valor. Así que si usted lleva 10 mil dólares a un banco y compra un certificado le darán de beneficios 17 dólares mensuales, equivalente a 930 pesos. Pero si convierte los 10 mil dólares a pesos y compra un certificado, entonces el banco te pagará unos 4 mil pesos mensuales, un 66 por ciento más por la basura. Y así es cómo se manipulan las llamadas leyes económicas.