
Por Miguel SOLANO
Sin la unidad PLD /Fuerza del Pueblo, todo será pataleo. La fórmula SOLANO para lograr la unidad no tiene opositores de pensamientos. El sentido común que la cobija y el irrefutable valor de los números la hacen incontestable. Lo que SOLANO propone está regido por las leyes cuánticas del sentido común :
1 — Desde ahora y hasta octubre 23 Leonel y Abel quedan libres de desarrollar una estrategia que los posiciones en primer lugar en la preferencias del electorado.
2— El 21 de octubre de 23 se hará una consulta científica, incluyendo una votación popular abierta, y el que los votantes elijan como el mejor contendor para enfrentar al PRM será el candidato presidencial de la unidad.
3— La Vicepresidencia será del que quede en segundo lugar. Y podrá ser Él o ser alguien del consenso.
Hasta ahora no hay un sólo peledeista o un fuercista que no entienda la fidelidad canina, la fidelidad suprema de esa desafiante fórmula.
Pero sí hay un veneno. Cuya principal manifestación está en el diseño estratégico. Como Leonel Fernández participa, activamente, en el diseño de la estrategia de la Fuerza del Pueblo, no tiene controversia emocional a la hora de desarrollar sus planteamientos.
Abel Martínez depende de un diseño estratégico impuesto que su rostro y su pensar no asimilan. Por ejemplo, desde que lo declararon ganador no ha disfrutado del primer momento alegre. Lo recibieron creando una controversia desagradable, efectuada para mantener su crecimiento en estado depresivo: expulsaron a José LaLuz. Luego realizaron un acto encabezado por Danilo Medina en el que «recibían y juramentaron a un grupo venido de La Fuerza del Pueblo». Allí Abel no estaba. La razón es obvia. Abel no puede aparecer robándole compañeros a su mentor. Para el electorado ese sería un acto de ingratitud. Y ya Margarita Cedeño pagó por ello.
Los Domínguez Brito enviaron señales de alejamiento. Pedro, el hermano de Francisco, renunció al PLD y no se presentó como abogado de la defensa en el caso de Alexis Medina, el hermano del presidente Danilo Medina.
Es decir, Abel Martínez necesita de un diseño estratégico que se ajuste a sus necesidades emocionales, que presente su visión como posible estadista y que lo separe de esos rostros envenenados. Hay una frase que fue la base de todos los grandes. La desarrolló Confucio, Lao Tse, Sun Tzu, Buda, Platón, Jesús…Y es la más auténtica señal en el Oráculo de Delfo del dios Apolo : ¡conócete a ti mismo!