
Por Franklin Dominguez Cruz.
Cuenta de que un señor que viajaba de la frontera desde el norte hacia el sur cruzando desde dajabón a capotillo a la pocilga, cruzando los caminos de la carretera internacional pasando por todos los montes de la Cordillera Central en sus mulas. El señor recorría todos esos Campos para llegar a buscar chivos al sur los cuales vendía en el mercado de dajabon.
¡En el camino se encontró de pronto! con el silbido romántico y cariñoso desde la espesura, bajó de su montura y empezó a seguir el ruido hasta que fue sepultado en una cueva, tapado de lado a lado,aquello estaba lleno de viandas, durante varios días el Cazador estuvo encerrado con aquel ser femenino cubierto de pelo y oliendo a celos, la poseyó durante varios dias disfrutando de la maravillosa mieles de la pasion en la montaña.
¡Por fin ! lo dejó abandonar la cueva. 5 años después volvió el señor a pasar por la zona y escuchó el mismo ruido y el mismo pito y recorrió el mismo camino hasta llegar a la cueva y allí se encontró con el regalo que le había dado su hermosa ciguapa, un raro niño qué le devolvía para la crianza, la caza de aquel niño fue de mucha persecución por la espesura. cuándo fue atrapado el niño mordió el dedo meñique del padre, quién por poco pierde la falange, por fin trajo al ciguapo a dajabón y está todavía caminando por el pueblo.
Luego de civilizarse y convertirse en el nombre más popular de la historia de dajabon el
ciguapo, cargador de troncos leños y carbón, han pasado algunos años que eso sucedió y lo ha dejado carcado para la historia en su Libro «La Frontera» Una obra para que no muera en nuestra cultura popular.
FDC 2021.