
Las llamas ya han dejado al menos tres muertos, miles de evacuados y cientos de casas arrasadas; hay seis detenidos y una persona investigada por su presunta implicación
España se enfrenta a la peor racha de incendios forestales de su historia reciente, con al menos 150.000 hectáreas devastadas por el fuego, según datos proporcionados por imágenes satelitales.
El incendio de Molezuelas (Zamora) se ha convertido en el más extenso jamás registrado en el país, y la situación continúa agravándose con el paso de los días.
Hasta el momento, tres personas han fallecido a consecuencia de las llamas, entre ellas dos voluntarios, y el número de localidades evacuadas sigue creciendo.
En Galicia, el fuego ha arrasado más de 25.000 hectáreas, afectando gravemente a zonas rurales de Monterrei y Ourense, donde muchas casas y vehículos han quedado calcinados. Los incendios han llegado tan cerca de las carreteras que han provocado el pánico entre los conductores.
En Castilla y León, las cifras también son alarmantes: más de 38.000 hectáreas quemadas y numerosos focos activos, donde brigadas forestales y medios aéreos continúan trabajando sin descanso.
En esta región se ha detenido al presunto autor del incendio de Carrascal por Casenzamora, mientras que en La Coruña otras dos personas han sido arrestadas por provocar fuegos en la Costa da Morte.

La mano del hombre parece estar detrás de muchos de estos incendios, ya que seis personas han sido detenidas y una más está siendo investigada por su posible relación con los siniestros.
En Extremadura, el fuego ha destruido ya casi 5.000 hectáreas, y las condiciones meteorológicas —viento fuerte, calor extremo y baja humedad— han dificultado gravemente las tareas de extinción.
La Junta de Extremadura ha solicitado apoyo urgente a la Unidad Militar de Emergencias (UME), y en las últimas horas se han desplegado más de 350 efectivos, incluyendo equipos de la Comunidad de Madrid.
Una de las principales hipótesis en esta zona apunta a un rayo durante una tormenta seca como causa inicial del incendio, que avanza con una velocidad “espasmosa”, según testimonios de los vecinos.
Mientras el humo asfixia pueblos enteros y la incertidumbre mantiene a cientos de familias fuera de sus hogares, los equipos de emergencia luchan sin descanso contra una ola de fuegos que ha superado los peores pronósticos.
La situación sigue siendo crítica en varias comunidades, y el país clama por soluciones y responsabilidades.
Fuente: Telemadrid