
NEW YORK.- La familia Alba Burgos, con raíces en República Dominicana y expandida en varias generaciones en Estados Unidos, anuncia el fallecimiento de “nuestra querida madre, abuela y matriarca: Natividad Burgos Alba”.
Nacida el 25 de diciembre de 1925, en Zafarraya, Moca, R.D.
Falleció el 23 de junio de 2025 en Nueva York, EEUU
Doña Natividad, según expresa el obituario elaborado por la familia, murió en paz, en presencia de sus familiares, a la edad de 99 años, dejando un legado de amor, fe y unión familiar, lo que compromete a sus deudos a mantener relaciones saludables, construir recuerdos y enfrentar juntos los desafíos de la vida.
Hija de José de Jesús Burgos y María Petronila Gómez, fue la dedicada esposa del fenecido René Antonio Alba Espaillat († 2 de octubre de 1980), con quien compartió un matrimonio largo y ejemplar desde el 15 de septiembre de 1942.
Vivió por muchos años en una granja familiar, ubicada en Guanábano, un pueblito de la provincia Espaillat, en la que vio nacer, crecer y pudo formar en valores, junto a su esposo, a los hijos que hoy constituyen un vivo en ejemplo de templanza, fe cristiana y respeto mutuo.
Frecuentemente recordaba las excursiones a caballo por la región cibaeña, en la que acompañaba a su esposo, y las reuniones en el club social del pueblo, así como el gran orgullo que él sentía por sus 16 hijos.
A lo largo de su fructífera existencia, fue hermana de 11 hermanos, tía de 27 sobrinos, madre amorosa de 16 hijos, abuela de 36 nietos, bisabuela de 62 bisnietos, tatarabuela de 13 y trastarabuela de 8 descendientes que constituyen la quinta generación Alba-Burgos.
Doña Natividad fue símbolo de fortaleza, humildad y generosidad. Se le recuerda por su toque suave, su sonrisa sincera y acogedora, y sus grandes abrazos. A sus nietos siempre los recibía con besos y abrazos, cuidándolos con todo el amor y dedicación que también entregó a sus hijos.
Su casa siempre estuvo abierta, llena de gestos hospitalarios y atentos de amor y alegría, con un fondo de multitud de flores que disfrutaba cuidar, lo cual era coherente con su disposición amorosa y cariñosa.
Su legado se resume en amor, fe y ética familiar.
Sus restos están siendo velados en Dobbs Ferry, Nueva York, y luego serán trasladados a la República Dominicana, donde el sepelio se realizará en el cementerio municipal de Cayetano Germosén, lugar donde también reposan los restos de su esposo.
La familia Alba-Burgos agradece a todos por sus oraciones, apoyo y muestras de cariño durante este momento de despedida.