
Por la Redacción
Recientemente la administración del presidente Joe Biden informó que levantará el Título 42 -el estricto protocolo puesto en marcha por su predecesor Donald Trump para denegar la entrada a los migrantes y deportar a los solicitantes de asilo-, y que en su lugar planea disuadir la inmigración ilegal con el Título 8, que niega la futura residencia legal en caso de entrada ilegal y prevé, a diferencia del Título 42, un posible enjuiciamiento penal de los migrantes rechazados sin visado.
Cabe destacar que, al eliminar el Título 42 se esperaba que volvieran a aplicarse las normas habituales para revisar los casos de asilo, que por ley debe ser pedido en suelo estadounidense. Sin embargo, el Gobierno de Biden ha decidido implementar una nueva norma que restringe el acceso al asilo para las personas que buscan llegar a EE.UU. por tierra.
Efectivamente, a partir del 11 de mayo de 2023, el gobierno de Estados Unidos presume que las personas que ingresan ilegalmente a Estados Unidos a través de su frontera terrestre suroeste o fronteras costeras adyacentes no son elegibles para asilo, a menos que puedan demostrar una excepción a la regla o refutar la presunción.