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Por Freddy González
Francesca Albanese, es una joven de origen italiano que ha tomado notoriedad por su forma responsable de denunciar el genocidio sionista contra el pueblo palestino de la Franja de Gaza. Es la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los territorios palestinos y la primera mujer en ocupar dicho cargo.
Los títulos de relator especial, son otorgados a personas que trabajan en nombre de las Naciones Unidas (ONU) en un país específico por mandato del Consejo de Derechos Humanos sin recibir remuneración por esa labor.
En un informe a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Albanese recomendó «un plan para poner fin a la ocupación colonial israelí y al régimen que considera un apartheid», señalando que los palestinos en Gaza corrían el riesgo de una «limpieza étnica masiva».
Lo que significa según ella un verdadero genocidio, agregando: «los palestinos están siendo atacados y están siendo destruidos, física y biológicamente, en su capacidad de vivir, y de tener no sólo un presente y un futuro, también se está borrando su pasado» concluyendo en «Esto es genocidio».
Por lo que amparándose en Artículo 6 de la Carta de las Naciones Unidas, que establece:
«Todo Miembro de las Naciones Unidas que haya violado repetidamente los Principios contenidos en esta Carta podrá ser expulsado de la Organización por la Asamblea General a recomendación del Consejo de Seguridad», ha pedido la suspensión de Israel como Estado miembro de la misma.
Frente a esta firme postura de denuncia a las atrocidades que comete el sionismo en Gaza, en el gobierno de Joe Biden, un grupo de casi una veintena de congresistas de los dos principales partidos de Estados Unidos (Demócrata y Republicano) pidió que Albanese fuera destituida de su cargo, alegando parcialidad en el ejercicio de sus funciones.
Lo que trajo como reacción inmediata que cientos de académicos de varios países incluido Israel, emitieran un comunicado pidiendo al Gobierno estadounidense una disculpa pública frente tan mendaces acusaciones.
Recalcaron que este tipo de difamaciones «se usan frecuentemente como arma para socavar cualquier crítica a Israel y la defensa de los derechos de los palestinos».
Siguiendo los pasos de sus aliados y sustentadores estadounidenses, Israel también declaró a Albanese persona no grata y le prohibió acceder a los territorios ocupados, tratando de impedir su trabajo de relatora en la zona dónde el sionismo pretende borrar una población de la faz de la tierra.
Esas medidas no la han amedrentado y el pasado día 3 de julio, Albanese, presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, un informe titulado «De la economía de ocupación a la economía de genocidio», en el que afirmaba que el genocidio en Gaza continuaba «porque es muy lucrativo para muchos». Señalando que «Que más de 60 empresas, muchas estadounidense ligadas a la industria bélica y la tecnología, se lucraban de ese genocidio»
Estas declaraciones fueron respondidas por la Administración de Donald Trump, que ordenó despojarla de su visa, prohibirle la entrada a territorio de Estados Unidos, y bloquearle cualquier bien o activo que tuviese en ese país.
Meses antes, el grupo Betar, una organización judía de extrema derecha, amenazó a Albanese con un ataque buscapersonas durante su visita a Londres, haciendo referencia a los ataques dirigidos a buscar y asesinar una sola persona no importa donde esté ni con quién se encuentre como lo han hecho antes contra otros líderes árabes en diversos países como son los casos del Líbano, Irán y la propia Palestina.
Estas peligrosas declaraciones del Betar crearon una sería preocupación al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, denunció que Francesca Albanese, había sido objeto de amenazas, incluida su familia,
pero pese a las constantes amenazas y acosos a que la relatora de la ONU para los territorios ocupados por Israel en Palestina es sometida, en un encuentro en Colombia para apoyar la primera cumbre ministerial del Grupo de La Haya, conformado por Bolivia, Cuba, Honduras, Senegal, Sudáfrica, Malasia, Namibia y Colombia, Albaneses afirmó: «El tribunal de la historia nos juzgará. Y su conclusión será implacable con los que niegan que hay genocidio en Gaza».
Por su gallardía y su posición firme frente a los intentos de gobierno estadounidense de Donald Trump y del régimen Sionista de Benjamín Netanyahu por acallar la voz inquebrantable de Francesca Albaneses contra el exterminio y la limpieza étnica llevada a cabo contra el pueblo palestino de la franja de Gaza, todos los pueblos y países amantes de la paz en los cinco continentes debemos expresar nuestra solidaridad con ella y decirle a los enemigos de la humanidad que ella no está sola, que su voz es la nuestra y que seguirá clamando contra todos los intentos de borrar del mapa al pueblo palestino eliminado a miles de mujeres, niños y ancianos.
Que lo sepan los sionistas y sus socios que hoy, mañana y siempre todos seremos Francesca Albanese, porque su voz es la de todos los amantes de la paz y de un mundo sin violencia, donde puedan convivir tanto árabes como judíos.
No a la presión y al chantaje contra Francisca Albanese.