
Francia va a cerrar su embajada en Níger ante la imposibilidad de «funcionar con normalidad» y de «llevar a cabo sus misiones», según informaron fuentes diplomáticas francesas.
En una carta enviada por el embajador francés en Níger, Sylvain Itté, se informa que a la Embajada “le ha resultado imposible ejercer la plenitud de las funciones conferidas a una representación diplomática debido a las restricciones que le han impuesto las autoridades nigerinas”.
El embajador, quien, según el presidente francés Emmanuel Macron, el pasado mes de septiembre fue tomado como rehén por la junta militar, agradeció al personal de la sede por la “calidad y lealtad” en el ejercicio de sus funciones.
“La Embajada de Francia en Níger se ve, muy a su pesar, obligada a tomar esta medida colectiva de despido por los motivos antes indicados”, resalta el documento.
En agosto pasado, la junta militar ordenó la expulsión de Itté mientras señaló que el diplomático actuaba en contra de los intereses de la nación africana. Posteriormente, los golpistas eliminaron la inmunidad diplomática del embajador.
No obstante, Itté permaneció en Níger y alegó que solo asumiría las indicaciones de “las autoridades nigerinas legítimamente elegidas”. A partir de ello, los militares cortaron a la sede diplomática el suministro de electricidad y agua.
Se retiraron de Níger las últimas tropas francesas del contingente de unos 1500 efectivos, desplegado para combatir el terrorismo en la región del Sahel, lo que constituía uno de los reclamos de la junta militar, que el pasado 26 de julio ejecutó el golpe de Estado.
La mayor parte del personal diplomático se marchó a finales de septiembre, mientras que los trabajadores locales «serán despedidos e indemnizados», añadieron. Las fuentes no concretaron la fecha del cierre, pero sí indicaron que será en un futuro «próximo».
La legación diplomática sufrió un ataque el pasado 30 de julio, durante una protesta antifrancesa que tuvo lugar cuatro días después del golpe de Estado encabezado por el autodenominado Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP).
Los militares golpistas anunciaron la destitución del presidente Mohamed Bazoum (un aliado de París) y la suspensión de la Constitución. También exigieron la salida del contingente militar francés, enviado a ese y a otros países del Sahel dentro de la operación Barkhane en el conjunto de esa región.
Desde entonces, las relaciones franco-nigerinas se han ido deteriorando progresivamente. Otros dos países del Sahel que han vivido golpes de Estado militares, Burkina Faso y Mali, también han forzado la salida de las tropas francesas. En ese último país también ha puesto fin a su misión militar Naciones Unidas.
Fuente Euronews/TeleSUR