
El objetivo del directorio es realizar pruebas a este nuevo sistema para mediados de 2026
La República de Francia tiene pensado desarrollar y poner a prueba su propio sistema lanzacohetes para mediados de 2026, planteando así una alternativa «Made in Europe» al HIMARS estadounidense, desarrollado por las empresas Lockheed Martin y BAE Systems y con capacidad para seis cohetes M30/M31, dos misiles PrSM o un misil ATACMS, según ha dado a conocer el portal especializado Defense News.
El Directorio General de Armamento francés, según este medio, está trabajando con dos consorcios, conformados, respectivamente, por las empresas Safran y MBDA y Thales y ArianeGroup para poder desarrollar este sistema, que contaría con un rango de 150 kilómetros, cerca de doblar al del HIMARS. El nombre en clave establecido para este programa, según cita es portal, es de Frappe Longue Portée Terrestre o, por sus siglas en francés, FLP-T.
Esto pone más en evidencia la capacidad propia gala de fabricación armamentística, ya que son el primer exportador de armas europeo y segundo mundial, y desde la llegada de Macron al Elíseo en 2017 la partida en Defensa se ha elevado hasta un 40%. La última Ley de Programación Militar, que abarcará el periodo entre 2024 a 2030, elevó su presupuesto hasta los 413.000 millones de euros, de los cuales 600 millones están destinados a la compra de sistemas lanzacohetes, con previsiones de adquirir 13 en 2030 y 26 en 2035, aunque tampoco se descarta la compra de sistemas extranjeros en caso de no cumplir los plazos previstos.
Los países europeos, en materia de lanzacohetes se refiere, han solido decantarse entre tres opciones: el PULS israelí, el surcoreano Chunmoo o el mencionado HIMARS estadounidense, lo que lo hace un mercado competitivo para la hipotética y futura alternativa francesa. Por ello, según citaron fuentes oficiales a Defense News, «no habrá mercado de exportaciones para un sistema francés que esté listo antes de 2030».
El objetivo primordial de este proyecto armamentístico es poder reemplazar de manera progresiva los sistemas M270 MLRS, desarrollado por Estados Unidos pero con la etiqueta de fabricación europea, ya que su vida útil está prevista que termine en 2027.

Sello Made in Europe
Aunque Francia siempre ha sido más autónoma y soberana a la hora de desarrollar su propio armamento, la Comisión Europea también parece que apostará por esta vía a raíz de las negociaciones entre Rusia y Estados Unidos ha querido priorizar la procedencia de la fabricación en su reciente plan de rearme, con valor de 800.000 millones de euros.
Esta institución quiere impulsar un fondo nuevo, de nombre SAFE, con valor de 150.000 millones y pensado para que los países europeos inviertan en aspectos críticos a nivel continental, y que un 65% de este presupuesto sea gastado en componentes de armas fabricados en suelo europeo: «Debemos comprar más producción europea, porque eso significa reforzar la base industrial y tecnológica de la defensa europea, y también estimular la innovación, así como crear un mercado de equipos de defensa a escala de la UE», aseguró la presidenta de la institución Úrsula von Der Leyen.
Además de esto, este plan contempla el desarrollo de una red de corredores logísticos terrestres, navales y aéreos para poder aumentar la agilidad en el transporte de equipos y tropas; y el establecimiento de reservas de componentes y tierras raras.
fuente: La Razón