Meloni, anfitriona de una cumbre a la que llega reforzada por su victoria en las elecciones europeas
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, dio la bienvenida a los jefes de Estado de los países del G7 en un resort de lujo en el sur de Italia, diciendo que quería que el mensaje de la reunión fuera de diálogo con el sur global y de unidad. Meloni comparó el G7 con los olivos centenarios que son un símbolo de la región de Apulia, «con sus raíces sólidas y sus ramas proyectadas hacia el futuro».
Meloni llega a la reunión fortalecida en casa y en el escenario internacional, después de que su partido de extrema derecha, Hermanos de Italia, obtuviera un resultado aún más fuerte en las elecciones al Parlamento Europeo que en los comicios nacionales de 2022, que la convirtieron en la primera mujer primera ministra de Italia.
Más allá de las discusiones sobre Ucrania, la guerra en Gaza y la política industrial de China, el Papa Francisco se convertirá en el primer pontífice en dirigirse a una cumbre del G7, añadiendo un toque de celebridad y autoridad moral a la reunión anual. Está previsto que hable hoy viernes sobre las promesas y los peligros de la inteligencia artificial, pero se espera que también renueve su llamamiento a un fin pacífico de la invasión rusa a gran escala de Ucrania y de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
El G7 incluye a Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos. Italia, que acoge la cumbre, ha invitado a varios líderes africanos (el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, el presidente keniano, William Ruto, y el presidente tunecino, Kis Saied) para que contribuyan a promover las iniciativas de desarrollo y migración de Meloni en el continente.
Otros invitados incluyen al presidente Zelenski, al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, al primer ministro indio, Narendra Modi, recién elegido de nuevo y al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Dado que Biden, el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, y el presidente francés, Emmanuel Macron se enfrentan a elecciones en sus países en los próximos meses, el G7 está bajo presión para hacer todo lo que pueda mientras mantenga su actual ‘status quo’.
Una vez más Estados Unidos ha dicho que no enviará soldados para defender a Ucrania por temor a verse arrastrado a un conflicto directo con Rusia.
Como ahora varios líderes del G7 se enfrentan a elecciones de aquí hasta finales de año, la presión para lograr avances en cuestiones de seguridad global es alta.
Fuente Euronews