Estados Unidos respira aliviado. El cuerpo de Robert Card, presunto autor de los dos tiroteos que el miércoles pasado se cobraron la vida de 18 personas en la ciudad de Lewiston, ha sido hallado cerca del río donde dejó su coche.
Todo apunta a que se suicidó de un tiro en la cabeza. Acaban así dos días de angustia de la población local e intensa búsqueda por tierra, mar y aire del sospechoso.
«Como mucha gente, respiro aliviada sabiendo que Rober Card ya no es una amenaza para nadie -declaró la gobernadora de Maine, Janet Mills-. Sé que hay mucha gente que comparte ese sentimiento, pero también sé que su muerte puede no traer consuelo a muchos. Pero ahora es el momento de sanar».
El miércoles por la noche, armado con un fusil semiautomático, Card abrió fuego en una bolera de Lewinston y, unos diez minutos después, en un bar-restaurante de esta localidad de 36 000 habitantes, matando a 18 personas e hiriendo a otras 13.
Estados Unidos ha vivido «dos días trágicos», dijo el presidente estadounidense, Joe Biden, en un comunicado. «Seguiré haciendo todo lo que esté en mi mano para acabar con esta epidemia de violencia armada».
Con este hallazgo se pone fin a dos días de tensión en Lewiston y las ciudades vecinas, donde gran parte de los ciudadanos han permanecido resguardados en casa por seguridad.
Y termina también una intensa búsqueda por aire, tierra y agua en la que han participado centenares de efectivos de la policía local, estatal, así como de la Oficina Federal de Investigación (FBI).
Fuente Euronews