
Nicolás de Jesús López Rodríguez es parte de los cardenales no electores por tener mas de 80 años por lo tanto no hay posibilidad de que sea elegido
Por Martín Rosario
Ante la pregunta del titular, la respuesta clara es NO, y aunque el Cardenal Nicolás De Jesús López Rodríguez, es el único cardenal dominicano en este momento, este tiene algunas limitaciones para ser elegido, siendo la principal de ellas su edad 88 años, y luego los demás podrían decir que su salud. El cardenal dominicano está en el listado de los cardanales del mundo, pero está en un aparte que se llama NO ELECTORES, grupo al que solo pertenecen los cardenales que tienen mas de 80 años. Por lo tanto, esta vez no tenemos la mas mínima posibilidad.
Sede vacante y luto de nueve días
Tras la muerte del pontífice, siguen nueve días de luto, llamados Novendiali. En el periodo de sede vacante la autoridad para las decisiones administrativas y de gestión del Vaticano recae en la figura del camarlengo, que desde 2019 es el cardenal estadounidense Kevin Joseph Farrell. Es quien certifica la muerte del pontífice, anula el anillo pontificio y cierra las estancias papales. Luego comunica el fallecimiento al cardenal vicario de Roma, que anuncia la noticia. El camarlengo gobierna con la ayuda de tres cardenales, elegidos a suerte, renovados cada tres días.
La otra figura relevante en estas fechas es el decano del colegio cardenalicio, que es quien convoca al resto de cardenales para el cónclave y luego lo preside. Desde 2020, el decano es el cardenal italiano Giovanni Battista Re. Antes de encerrarse en el cónclave, los cardenales se reúnen en asamblea para rezar e intercambiar impresiones en las denominadas congregaciones generales. Es un momento decisivo para forjar los primeros candidatos y aglutinar votos.
Cónclave
El cónclave para elegir el nuevo papa se celebra entre 15 y 20 días después de la muerte del pontífice. Este plazo tan largo estaba pensado en el pasado para dar tiempo a los cardenales a llegar a Roma desde todos los lugares del mundo (en este momento son 138 de 71 países de los cinco continentes). Sin embargo, esta vez entrará en vigor por primera vez una disposición añadida por Benedicto XVI poco antes de dimitir, en 2013. Establece que el inicio del cónclave se puede adelantar si ya han llegado a Roma todos los participantes.
Los cardenales se alojan en la residencia de Santa Marta, dentro del Vaticano, que Juan Pablo II construyó para este fin, después de las penalidades y dificultades logísticas del cónclave de 1978 donde salió elegido. Desde ahí van y vienen cada día a la Capilla Sixtina, donde se celebran las votaciones. El primer día se hace una sola votación, de tanteo. Luego ya se hacen siempre dos por la mañana y dos por la tarde.
Al final de ambos escrutinios de la mañana y de la tarde se hace salir la famosa fumata, para comunicar el resultado, salvo que en el primero o el tercero ya se produzca un resultado positivo. El humo es negro si no hay papa, y blanco si ya hay nuevo pontífice.
El quorum necesario para elegir el nuevo papa es de dos tercios, para buscar el máximo consenso. Es decir, 92 votos, si entran en el cónclave todos los cardenales con derecho a ello, pues a veces algunos no lo hacen por enfermedad o si han sido protagonistas de algún escándalo.
Juan Pablo II introdujo una polémica norma que permitía pasar a la mayoría absoluta a partir de la votación número 34, algo que dio pie a pensar que un grupo con esa cantidad de votos podía aguantar hasta que llegara ese momento. Pero Benedicto XVI lo anuló en 2007, y solo permitió que a partir de ese momento se decida ya solo entre los dos candidatos con más apoyos.
Colegio cardenalicio
El colegio cardenalicio se divide en dos categorías, electores (que participan en el cónclave) y no electores, que son los mayores de 80 años. En este momento lo componen 252 purpurados, de los cuales tienen derecho a voto en el cónclave 138. Pablo VI dejó establecido un límite de 120 participantes, pero es una cifra orientativa, porque no hay manera de establecer un número exacto. Los cardenales se van nombrado periódicamente cada cierto número de años, al tiempo que algunos van pasando los 80 años o fallecen.
Geografía de los cardenales
La composición geográfica de este cónclave es la más variada de la historia, una tendencia que se ha acelerado en el último medio siglo. De los 138 cardenales, los europeos siguen siendo los más numerosos, 54, pero no constituyen por sí solos ninguna mayoría. Le sigue Asia, con 24; África, con 18; los mismos de América del Sur. Norteamérica tiene 16 y América Central, 4. Oceanía, otros 4. Los países con más cardenales son Italia (17), Estados Unidos (10), Brasil (7), India (5), España (6) y Francia (5).
Los cardenales españoles son Fernando Vérguez, hasta ahora gobernador de la Ciudad del Vaticano; Carlos Osoro, Antonio Cañizares, arzobispo emérito de Valencia; Juan José Omella, arzobispo de Barcelona; Ángel Fernández, rector mayor de los salesianos; y José Cobo, arzobispo de Madrid.
¿Hay cardenales religiosos?
Sí, actualmente 65 cardenales pertenecen a congregaciones religiosas o institutos de vida consagrada (salesianos, jesuitas, padres blancos, franciscanos, oblatos, claretianos…). En el Colegio cardenalicio están representados 28 institutos de vida consagrada.
De los 65 purpurados religiosos, 33 participarán como electores en el próximo cónclave.
¿Qué papas han nombrado a los cardenales?
Del total de los 252 cardenales actuales, la distribución según el papa que les creó es la siguiente: Francisco (149), Benedicto XVI (62) y Juan Pablo (41).
Segmentando a los que podrían participar en un cónclave a día de hoy: de los 135 cardenales electores actuales, la gran mayoría (108) han sido nombrados por Francisco, es decir, el 79%. Cuatro de cada cinco cardenales que elegirán al sucesor de Francisco habrán sido nombrados por él. El resto de electores los crearon Benedicto XVI (22) y Juan Pablo II (5).
De los 117 no electores, un tercio lo creó Francisco (41), otro tercio Benedicto XVI (40) y el otro tercio Juan Pablo II (36).