
Por Juan Carlos Mella. Un dominicano que vive fuera de su país de origen
Es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de proteger a las personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad y protección. Los refugiados son individuos que han sufrido persecución, violencia y violaciones de derechos humanos en sus países de origen. Es nuestra responsabilidad como sociedad brindarles apoyo y solidaridad.
Proteger a los refugiados es más que proporcionarles un refugio temporal, es garantizar su integridad física, emocional y su dignidad. Implica proporcionarles acceso a la educación, atención médica, empleo y oportunidades para reconstruir sus vidas. Además, es fundamental abogar por soluciones duraderas, como la reinstalación en países seguros o la repatriación voluntaria cuando las condiciones lo permitan.
Al proteger a los refugiados, estamos reafirmando nuestros valores de humanidad, compasión y justicia. Es momento de unirnos como comunidad global para promover la inclusión, el respeto y la no discriminación.