
En un movimiento que incrementa la tensión en la región, la Guardia Revolucionaria de Irán ha anunciado el despliegue de nuevos sistemas de misiles de largo alcance en tres islas estratégicas del Golfo Pérsico. Esta medida se produce tras las declaraciones del asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, quien de advirtió que la Administración del presidente Donald Trump busca el «desmantelamiento total» del programa nuclear iraní.
Estas afirmaciones se producen en el contexto de la reciente estrategia de la Casa Blanca, que ha buscado reactivar las negociaciones con Irán respecto a su programa nuclear. El 7 de marzo, el presidente Trump anunció que había enviado una carta al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, instándolo a reiniciar las conversaciones sobre el tema atómico. En su misiva, Trump también mencionó la posibilidad de una acción militar si no se lograba avanzar en las negociaciones.
Al respecto, el ayatolá Jamenei afirmó en un discurso televisado que «los estadounidenses deben saber que las amenazas no les llevarán a ninguna parte cuando se enfrentan a Irán». Por su parte, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abás Aragchi, calificó la misiva de Trump, en la que se instaba a iniciar nuevas conversaciones, como «más bien una amenaza». Araqchi también aseguró que Teherán ofrecerá una respuesta en un futuro cercano.
El comandante naval de la Guardia Revolucionaria, Ali Reza Tengsiri, afirmó que el objetivo de este despliegue es convertir las islas en bases operativas avanzadas con capacidad de atacar «bases, armadas y equipos enemigos en la región». Este refuerzo militar se produce en un contexto de crecientes disputas territoriales con los Emiratos Árabes Unidos, que reivindica su soberanía sobre estas islas, bajo control iraní desde 1971.
Fuente MUNDIARIO