
El Ejército de Tierra lidera el mayor ejercicio de tiradores de precisión
En él participan ocho países aliados y fuerzas españolas
A 80 kilómetros de Madrid, en un campo de entrenamiento, el silencio se rompe únicamente por el eco seco y preciso de los disparos. No es un conflicto, sino un escenario de cooperación donde los mejores tiradores de precisión del mundo han convergido.
El objetivo es claro y compartido: fortalecer la integración, la cooperación y el perfeccionamiento táctico entre fuerzas aliadas. Organizado por la Brigada Paracaidista del Ejército de Tierra, el ejercicio ha reunido a tiradores de élite de ocho países aliados, junto a sus homólogos de las Fuerzas Armadas Españolas.
Durante varios días, incluidas operaciones nocturnas, estas unidades medirán y entrenarán su capacidad de reacción ante un hipotético escenario de crisis internacional. El corazón de estas operaciones late en la relación simbiótica entre el tirador y su observador.
«Aquí el material que tenemos es el fusil de asalto, que debería llevar todo combatiente, y que esto lo llevaría el observador. Y lo que tenemos ahí delante es el fusil de precisión, que es el que lleva el tirador», explica uno de los participantes, detallando el equipo capaz de alcanzar blancos a distancias de hasta 800 metros.
La comunicación y la confianza absoluta son la clave. «Nos estamos preparando para hacer el ejercicio que tenemos ahora. El objetivo es que yo sea capaz de designar un objetivo que a mí me han dado anteriormente sin que él sepa absolutamente nada; él sube a ciegas e intentar hacer blanco en uno de los disparos», relata un observador.
Esta dinámica exige una fe ciega entre compañeros. Como añade su compañero tirador: «Es el que me observa y el que me da el cálculo del viento y los ‘clics’ que le tengo que meter en la torreta para poder efectuar el tiro correctamente, y el que me califica el tiro».

Los equipos son puestos a prueba en ejercicios secuenciales que combinan movilidad, precisión bajo presión y toma de decisiones rápidas. Un ejemplo de su destreza: «Han tardado en batir dos objetivos y han realizado tres disparos, porque en uno de ellos han fallado en el primer disparo, menos de tres minutos», comenta un evaluador.
«Está muy bien porque todo el ejercicio completo son seis minutos, pero tienen que hacer un movimiento ahora por un ramal hasta llegar a una trinchera y ahí realizar otro ejercicio», añade. «Son gente que es ya muy experimentada y ambos llevan muchos años haciendo esto, tienen mucha calidad, están instruidos».
La tecnología también juega un papel vital. Las posiciones de tiro, o «troneras», se montan o adaptan específicamente para cada misión. Además, se integran sistemas modernos como drones, actuando como el «tercer hombre» del equipo. «También tenemos a un dron, propio del tercer hombre, para confirmar la baja del objetivo que han batido», señalan.
La participación activa de España en este tipo de proyectos no solo mejora la preparación de sus unidades de élite, sino que también refuerza significativamente la posición del país en los ejercicios multinacionales de defensa, consolidando su compromiso con la seguridad y la cooperación internacional.
Fuente: Telemadrid