
In Memoriam a la Doctora Josefina Padilla, destacada dirigente de la Juventud Democrática 1946.
Por Freddy González
(Este artículo de opinión y su contenido es de exclusiva responsabilidad del autor)
Nota introductoria
Hace un año que publiqué este artículo en el que expuse mis consideraciones acerca del proceso electoral del próximo 2024 y las posibilidades de la articulación de una opción democrática y revolucionaria que unificara esa franja política y social de la sociedad dominicana, con candidaturas comunes y por lo visto eso fue clamar en el desierto o construir castillo sobre arenas.
Más de 70 organizaciones en la que hoy se agrupan los hombres y mujeres de pensamiento liberal e izquierda incluidos cuatro que personería jurídica ( FA, ALPAIS, OD, MPT) después de un año de conversaciones e ingentes esfuerzos, no pudieron ponerse de acuerdo para llevar un candidato común a la presidencia de la República. Nuestra izquierda hoy no es ni la sombra de la que luchó contra el trujillismo, contra el golpe de estado de 1963; contra la intervención yanki del 65 y contra el funesto régimen de los 12 años. Definitivamente tanto sacrificio y heroísmo parece haber sido en vano.
Nuestra Izquierda ha escrito grandes episodios de luchas y de sacrificios, ha aportado una inmensa cuota de sangre en la consecución de los espacios democráticos que hoy disfrutamos los dominicanos.
Sus raíces más conocidas datan de la década de los años 40 del siglo pasado, con el Movimiento Obrero del Este encabezado por Mauricio Báez, así como por la presencia del antiguo Partido Socialista Popular (PSP) y la Juventud Democrática en pleno auge de la dictadura trujillista.
No estuvo ajena tanto en la expedición del 1949 de Luperón, como en la del 1959 de Constanza, Maimón y Estero Hondo.
Abarrotó las cárceles de la 40 en Cristo Rey, principal centro de operación del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) y la cárcel del 9 en la antigua carretera Mella, donde operaba el A-2 de la antigua AVIACIÓN DOMINICANA, bajo la égida personal de hijo del tirano, Rafael L. Trujillo Martínez (Ramfis).
Es la Izquierda que el 4 de junio de 1960 representada en el Movimiento Popular Dominicano (MPD), que vino al país, aún vivo el tirano, a enfrentar la “DICTADURA», bajo su consigna de «LUCHA INTERNA O TRUJILLO SIEMPRE».
La Izquierda de Minerva, Patria, María Teresa y Rufino
La que luchó en pueblos y ciudades contra los remanentes de la tiranía, exigiendo la salida de los parientes del sátrapa y sus herederos políticos encabezados por el entonces presidente Joaquín Antonio Balaguer Ricardo.
La que, con Manolo Tavárez Justo, Polo Rodríguez, Luis Ibarra Ríos, Pipe Faxas entre otros, se inmoló en las «escarpadas montañas de Quisqueya», luego del derrocamiento del gobierno constitucional del profesor Juan Bosch.
La que luchó contra el gobierno de facto de Donad Reid Cabral; la que participó en la guerra de abril y enfrentó con arrojo y gallardía la segunda intervención estadounidenses a nuestro país en el pasado siglo XX.
La Izquierda de Juan Miguel Román, Euclides Morillo, Maximiliano Gómez, Otto Morales, Amin Abel, Henry Segarra, Tito Monte, Roberto Figueroa (Chapo), Guido Gil, Hilda Gatreaux, Orlando Mazara, Luis Parris, Stalin García, Homero Hernández, Amaury Germán y sus Palmeros, del coronel Caamaño y sus compañeros de Caracoles, Juan Bautista Mejía, Roberto Duverge, de Julio de Peña Valdez, Francisco Antonio Santos, Lorenzo Vargas, de Mirian Pinedo, Magalys Pineda, Ramón Almánzar, Jorge Puello, Ramón Pinedo, (Mochín), Brígido Peguero y de cientos de revolucionarios caídos en la luchas libertarias del pueblo dominicano en los últimos 50 años.
Pero esa Izquierda que ha dado tanto para conquistar los espacios democráticos del Pueblo Dominicano, no ha podido articular un proyecto permanente de ascenso a los diversos estamentos de poder.
Ha venido sirviendo para que otros sectores capitalicen sus luchas y sacrificios.
No ha sabido definir correctamente la etapa en que se encuentra el proceso revolucionario del país, ha vivido confundiendo la realidad con sus deseos. No ha podido definir con claridad si estamos en la etapa de luchar por ampliar las conquistas democráticas y escalar peldaños de poder o si estamos frente a una inminente revolución socialista.
Definir en qué etapa se encuentra el proceso revolucionario del país, es determinante, para establecer los métodos de luchas y la forma de organización.
Nuestra Izquierda debe superar la dispersión, desterrando el protagonismo, el vanguardismo, el sectarismo y demás manifestaciones que han impidiendo la unidad imprescindible para avanzar.
Debe superar el inmediatismo coyuntural y plantearse metas a más largos plazos, avanzando peldaños a peldaños.
Es necesario ver el poder como el conjunto de estamentos que lo componen (municipal, congresual y presidencial) y avanzar conquistando y consolidando fuerzas para futuras jornadas.
Hoy la Izquierda Dominicana, es un sentimiento diseminado en amplios sectores de nuestra sociedad y corporizado en las pocas organizaciones que han logrado subsistir al acoso criminal a la que fue sometidas en tiempos pasados y las constantes divisiones producidas en el seno las mismas.
Estoy convencido que la Izquierda no organizada, aunque dispersa y sin vínculos sólidos entre sí, es mucho mayor que la estructurada orgánicamente
Es tarea de todos deponer las actitudes vanguardistas, despojarse del sectarismo que nos ha corroído y de la falsa creencia de la posesión de la verdad
Ochenta años de muchos sacrificios y pocos resultados deben llamarnos a la reflexión, dejemos de ser la vela que alumbra y se extingue, para convertirnos en un potente faro de Luz permanente que ilumine a las presentes y futuras generaciones hacia una sociedad memos injusta y más incluyentes.
La actual situación es propicia para avanzar de manera racional sin pretender ir más allá de lo posible, convencerse de que solo con la unidad de los sectores progresistas podremos lograr importantes estamentos del poder.
Construyamos un proyecto que sobrepase la actual coyuntura y se proyecte hacia futuro.
Es hora de unidad, es hora de avanzar a las conquistas de metas racionales y posibles, hora de sumar nuestro país a la marea revolucionaria que inunda a toda nuestra América.
Es hora de invocar la memoria histórica de Ernesto Guevara de la Serna (El Che), cuando decía: “Si no luchamos juntos, nos matarán por separados”.
Excelente reflexión que los verdaderos abanderados del cambio de rumbo que debemos transitar los que aspiramos una sociedad más justa y incluyente. Tenemos que derrotar este sectarismo que arropa a todos la las fuerzas progresistas y avanzar y crear un verdadero instrumento que nos guíe a crear una verdadera democracia popular.
Quien se atreve a ignorar la existencia histórica del Partido Comunista Dominicano-PCD- en este país no me merece ningun respeto. Que cojones tiene este exizquierdista para pretender tapar el sol con un dedo. El PCD no tiene no la historia más brillante de la izquierda criolla, es parte fundamental de lo más puro y alto de la misma.
Ml. Almonte.
1) Los revolucionarios, promueven el trabajo con el pueblo, para que este conozca sus problemas y participe, de manera protagonica, en busca de sus soluciones; 2) Esa falta de vinculación con el pueblo, es lo que ha generado qué las alianzas, qué se han dado, sean a corto plazo, imponiéndose los vicios pequeño burgueses: sectarismo, individualismo, etc., en fin, carencia de lo que ha de identificar a los verdaderos demócratas: trabajo, organización, humildad, inteligencia, evaluación, creatividad (vanguardia y mercadeo); 3) La izquierda con esos vicios, hace a esta denominación, la principal responsable de la situación del país; 4) Formidable frase del Che Guevara, pero no trabajó al final de su vida poniéndola de ejemplo, dicha frase es con otra palabras, aquella de «todo con las masas y nada sin ellas»; 5) Es penoso e increíble ver cuanto abono con sangre se ha brindado por nuestro país y estemos en el nivel que estamos, cuando ya hasta un aborigen con respaldo popular, mediante elecciones llegó a la presidencia de su país (Evo Morales); 6) También es penoso qué muchas de las personas que han muerto, ha sido por no aplicarse con claridad, metas a corto, mediano y largo plazo (Se requiere la unidad evaluando, para poner los pies sobre la tierra y elaborar las tácticas posible a cada una de las metas); 7) La unidad debe tener entre las metas dos cosas indispendables: a) elaborar un bloque; y b) un movimiento de masas que sirva como contrapeso a los poderes, tal como lo fue Marcha Verde, pero con la claridad de fortalecerla institucionalmente, creándole los reglamentos a sus diferentes órganos.