Por Miguel SOLANO
La fuerzas armadas, la marina, la policía, en el desarrollo de un supuesto programa de reestructuraciones y limpiezas empezaron a cancelar «delincuentes» y a pensionar sospechosos. De esos grupos, aquellos que quisieron ocultar sus actos indebidos montaron compañías privadas de seguridad.
Pero, tenían un dilema, ¿Cómo conseguir clientes? Pues se les ocurrió la genial idea de atracar en complejos de Condominios, considerados de bellos ingresos, como Jardines del Embajador y Condominios Bella Vista. En Jardines del Embajador lograron su objetivo y consiguieron un contrato por más de un millón de pesos. Y los ataques a los residentes de Condominios Bella Vista se incrementaron.
Nuestra clase media tiene la absurda creencia de que todos los dilemas sociales deben, y sólo tienen, soluciones individuales. Somos quienes más impuestos pagamos y somos los que siempre proyectamos desvergüenza a la hora de reclamar lo justo, de reclamar al gobierno que haga las cosas por las que pagamos.
Cuando salen a buscar clientes las «compañías de seguridad» envían a sus buenos hijos en avance. Cometen el hecho y la comunidad se llena de terror. Inmediatamente nuestra clase media empieza sus gritos de «necesitamos contratar a una compañía de seguridad». El buen hijo se llevó un collar de oro que costó 7 mil pesos, pero la compañía piensa conseguir contrato de «seguridad»por 130 mil pesos mensuales. Y no conforme con lo hecho en los próximos días enviarán otro «atracador», que sembrará más miedo. La asaltada, o el asaltado no pondrá querella. Le avergüenza ir a la policía y saber que no harán nada, pero escuchará el buen consejo de «contraten a una compañía de seguridad». Y la compañía de seguridad, en agradecimiento, distribuirá comidas a las boas. Así las cosas, quienes crearon la desgracia, serán los grandes beneficiarios.
Y no podemos seguir así. No podemos seguir patrocinando esa satánica solución. Lo correcto es que demandemos por 40 millones de pesos a Interior y Policía. Ellos viven de nuestros impuestos, no ofrecen el servicio, pues entonces que devuelvan el dinero. Yo estoy plenamente seguro de que esa es una demanda que podremos ganar. Y al ganarla invertiremos los recursos en proporcionarnos Auténtica Seguridad.
Las opiniones presentes en este artículo son de la responsabilidad del escritor.
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