
Los conceptos emitidos en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor
Por Héctor Miolán
En estos momentos históricos, para el mundo se está jugando la paz futura, y no solo por lo inmediato, sino por lo mediato. Rusia y toda Europa occidental, y sus lacayos del Este europeo se están enfrentando en lo militar y económico, particularmente en contra de la primera.
Se han detallado bastante, las razones verdaderas de la guerra ruso-ucraniana, no sólo desde antes de la incursión militar de Rusia hacia Ucrania, sino desde; las violaciones de los acuerdos de Minsk I y II; que solo sirvieron para ganar tiempo en Ucrania. Pero ya previamente rompieron las palabras de no acercarse ni un milímetro hacia el Este, en dirección a Rusia, cuando se dio el colapso de la Unión Soviética.
En ese entonces, fue cómodo a USA y a sus nuevos aliados aplicar la máxima del arte de la guerra de Sun Tzu: “El arte de la guerra se basa en el engaño”. Esta y otras reglas de la filosofía militar del genio chino se toman en cuenta cuando se tienen tácticas y experiencias acordes al momento coyuntural. En aquel momento al occidente capitalista le cayó a la perfección, había desaparecido su contrincante más fuerte, la URSS, quedando la misma Rusia muy debilitada por la política implementada por el engendro maléfico y cobarde de Mijail Gorbachov y la sustitución de éste primero por el incapaz de Boris Yeltsin, retrato en sepia de Nikita Jruchov.
La Rusia otrora fuerte había quedado debilitada, pero no vencida, entonces emerge Vladímir Putin y da un golpe de timón logrando un giro de 360 grados, y les establece a los fuertes de Europa en particular, a Alemania y a Estados Unidos, que el mundo había dejado de ser unipolar para convertirse en bipolar.
En la actualidad es eso lo que existe. La regeneración de las antiguas bases económicas y militares de la ex-Unión Soviética son una realidad, y eso le ha permitido parar en seco a los europeos atlantistas en sus estrategias de adueñarse por completo de Ucrania y así llevarla a la desacreditada OTAN para que enfrente directamente a Rusia.
En realidad, lo que ha ocurrido es lo siguiente: Ucrania y la OTAN han usado todos sus recursos militares, económicos y financieros (las famosas sanciones); al igual que el uso de los famosos recursos de inteligencia, que todos han fracasado. Convirtiéndose los mismos en un mortal boomerang, dando saltos inseguros como el canguro.
La propuesta de alto al fuego aprobada en Yeda, Arabia Saudita.
Estados Unidos, con Trump a la cabeza, delega a Marco Rubio y Mike Waltz de un lado y de Ucrania Andréi Yerman, jefe de la oficina política de Zelenski, Andréi Sibiga, más el ministro de exteriores y Rustem ministro de defensa.
Ellos hicieron un teatro de lo ya ensayado para intentar entrampar a Rusia, pero no lo lograron.
Se podría ver poco inteligente y táctico el planteamiento de alto al fuego de treinta días acordado por USA y Ucrania, y a la misma vez dar un golpe militar en el corazón de la capital rusa, Moscú.
Putin, se sabía, que no iba a aceptar eso. Por lógica política. Se nota a legua que estos líderes no asimilan en lo más mínimo los consejos de Sun Tzu en la obra mencionada (la desesperación, al parecer, no le dejaba razonar). Mientras que el liderato ruso con Putin a la cabeza armados de inteligencia y poder militar, no aceptaron dicha propuesta.
Putin, sin que esto signifique nuestra total identificación con él, tácticamente vemos muy correcta su política diplomática y militar, en cuanto a lo que es lograr victorias estratégicas. En él se cumplió esa máxima o clave del general Sun Tzu, cuando dice:” ¿Qué dirigente es más sabio y capaz? Esa es la primera pregunta. Nosotros decimos, que lo es Vladímir Putin, porque tiene experiencias en los campos políticos, militares y de inteligencia; sobre todo sereno e inteligente.
No un improvisado, autómata y títere como lo es Volodimir Zelenski, quien ha sido traído por los moños y cinturas por el sector globalista de Obama, los demócratas y su último representante Joe Biden.
Pero Trump ha dado un giro a esa política, no porque le interese la paz de Rusia y Ucrania, sino porque le interesa reordenar la política económica y financiera de Estados Unidos para beneficiar a la otra banda, sí, a la banda oligárquica proteccionista. De Ucrania solo le interesa que le pague sus 300,000 millones o más que le dio alegremente Joe Biden. Cobro este que solo fortalecerán las arcas de las industrias armamentísticas de USA, y Europa, sobre todo de Alemania y Francia.
Somos de la firme creencia de que: Rusia y su líder Putin apoyados por la gran lealtad de todas sus fuerzas armadas, en coordinación con una diplomacia inteligente y capaz dirigida por Serguei Lavrov, infligirán una rotunda derrota a Zelenski en Kursk y toda Ucrania, políticamente hablando junto a lo militar. Por consiguiente, a la bravuconada de Úrsula de Von der Leyer y sus amenazas de crear un ejército europeo en caso de no poder usar la OTAN, ya que la existencia de la misma está en juego por el amagar y no dar de Trump.
Esta situación sigue girando a favor de Rusia, ya que el bloque occidental y Estados Unidos están tambaleando; además desfavorece a estos últimos la política de aranceles comerciales que les quiere imponer a Canadá, un socio histórico o también a México, país éste que le ha plantado cara por medio de su decidida presidenta, Claudia Sheimbaun.
Si Trump continúa con esa política: Hagamos fuerte a América otra vez. Perderá mucha fuerza y su declive será automático; aún convenza a su títere de Ucrania de un alto al fuego con Rusia y el logro de obtener por parte de Ucrania el derecho a explotar la minería o tierras raras; se verá en contra, en un conflicto permanente, primero con Rusia y luego con los ansiosos e hipócritas ingleses herederos del manipulador Winston Churchill y, por consiguiente, con toda la Europa, a la cual han desangrado.
En conclusión, debemos estar atento al desarrollo vertiginoso que se está dando en esa región; creemos que esa situación solo tiene una salida en lo inmediato: la militar, para entonces cumplir las enseñanzas de Von Clausewitz: “la guerra es un acto de fuerza para obligar al enemigo por ese medio a acatar nuestra voluntad”.
Entonces lograr la paz y ahí vendrá de nuevo la diplomacia política. No obstante, no se cumplirá el deseo del filósofo alemán Emmanuel Kant, deseo que era lograr la paz perpetua entre los Estados o al interior de los mismos. En esta etapa son más viables los planteamientos sobre la guerra de Nicolás Maquiavelo y los desarrollados por Lenin y Mao Tse Tung.







