Defiende la abundancia energética, la libertad económica, la libertad de expresión y acabar con la financiación del cáncer de ideología que perjudica a las mujeres y emponzoña a nuestros niños y jóvenes
Setenta y siete millones de votos, el voto popular, el congreso, el senado y todos los estados bisagra. Todos. A cierta arrogante y condescendiente clase política española hay que recordarle que Trump ha ganado las elecciones por una mayoría a la que ninguno de ellos aspirará ni en sueños. La noticia más importante de los últimos meses ha llegado con la firma de las ordenes ejecutivas de Trump. De nuevo, la hipocresía de la clase política se muestra cuando se sorprenden con las órdenes ejecutivas de Trump y callaban ante la batería de ordenes liberticidas de Biden. Los estadounidenses, los europeos y los españoles en particular debemos estar agradecidos por estas órdenes que nos han evitado grandes problemas en el futuro:
Prohibición de las monedas digitales de los bancos centrales en el territorio y mercado estadounidense
Los ciudadanos libres de todo el mundo debemos agradecer a Trump haber frenado la medida más liberticida y peligrosa de las últimas décadas, un método para imponer la tiranía de los estados y la vigilancia y control social disfrazado de moneda. Trump no solo prohíbe esta excusa para imponer el control social, sino que prohíbe el uso de cualquier moneda digital de banco central emitida por cualquier país. Tú no lo sabes, pero te ha librado del mayor experimento liberticida, inflacionista y de control social de los últimos cincuenta años y dinamita las opciones del euro digital del BCE.
Implementación de un departamento de eficiencia gubernamental
Nos hemos acostumbrado a que todo lo que decida gastar el gobierno hay que aceptarlo y callarse, mientras se despilfarra el dinero de los contribuyentes. Este departamento, que tiene coste cero para el gobierno federal, ya ha identificado en menos de dos semanas miles de millones de dólares despilfarrados. Esto es lo que necesita nuestro país.
Restaurar la libertad de expresión y acabar con la censura federal
En junio de 2024, el tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó que el gobierno federal podía obligar a las empresas de redes sociales a eliminar el contenido que el gobierno considerase. Eso que los mismos que mintieron sobre el covid, los encierros, los delitos de Hunter Biden y la guerra de Afganistán llaman “desinformación”. El congreso de Estados Unidos certificó que se canceló y censuró a personas por difundir información que se ha demostrado que era real. La libertad avanza. Esto te afecta a ti también en nuestro país.
Acabar con el despilfarro en gasto público en “diversidad, equidad e igualdad”
El equipo de Trump ha identificado más de 1.000 millones de dólares anuales directos y 10 000 indirectos dedicados a gastar en lo que llamaban programas de diversidad que se han utilizado para imponer la ideología de género, el enfrentamiento racial y la normalización de la sexualización y mutilación de niños. La igualdad y la diversidad no necesitan de gastos millonarios para adoctrinar, silenciar y reprimir. Esto es esencial para ti también.
Acabar con el envío indiscriminado de dinero estadounidense a organizaciones supranacionales
¿A quién le parece mal que se audite y detalle el dinero que se envía a organizaciones extranjeras? Solo al que lo quiere utilizar para otros fines. ¿Sabes que Biden aprobó el envío de 50 millones de dólares para condones en Gaza? En Gaza viven dos millones de personas. Menuda explosión de profilaxis. Ya sabes para qué utilizaba Hamas ese dinero. Como ese ejemplo, tantos en los que el dinero de los estadounidenses se ha canalizado a través de ONG aparentemente inocuas a las manos de gobiernos que financian terrorismo, también en tu país. ¿A quién le parece mal que se denomine a los carteles de tráfico de drogas, armas y personas “organizaciones terroristas”? Solo al que los usa para imponer el socialismo, como hace el régimen de Maduro y el de Ortega.
Defender a las mujeres del extremismo de la ideología de género y devolver la verdad biológica al gobierno federal
Trump debería pasar a la historia como el mayor defensor del feminismo. Eliminar la ideología woke del gobierno federal y la imposición de una doctrina de genero es un factor clave. Prohibir a las personas de sexo masculino participar en las competiciones de mujeres. Demoler la imposición de arbitrariedades de géneros inventados en la contratación y administración federal.
Recuperar el potencial energético de Estados Unidos
Eliminar las barreras a la inversión en energía y relanzar el potencial energético de Estados Unidos nos beneficia a todos. Dependeremos menos de la OPEP, su socio Rusia o de China. Además, Trump abandona las limitaciones impuestas por políticos miopes bajo la excusa del clima que han terminado hundiendo a Alemania y disparando su consumo de carbón. Todos ganamos.
Recuperar la cordura en la lucha contra la inmigración ilegal
Es curioso, la obispo episcopal de Washington, Budde, que tanto le gusta a alguno, nunca dijo nada cuando Biden deportó a 4 millones de inmigrantes ilegales, Obama deportó a 3 y Clinton a 12 millones. Esa obispo, que habla del “miedo de niños gays, lesbianas y transgénero” sexualizando a los niños, y pide misericordia con los ilegales, se negó a condenar a los responsables del incendio terrorista de la iglesia de St John’s y no pidió misericordia con los miles de ciudadanos a los que robaron y quemaron sus negocios en las protestas que ella blanqueaba. La política de Trump con la inmigración ilegal es la misma que llevó a cabo Obama y Clinton y la que defienden los partidos serios en Europa. Defender a los que llegan legalmente y acabar con el chollo de los cárteles de tráfico de personas. Lógica.
Todos nos beneficiamos con estas medidas y otras aprobadas. El líder del mundo recupera la lógica, elimina la ideología que más ha dividido y reprimido la libertad de expresión, y todo ello te beneficia a ti directa e indirectamente. El centro reformista tiene dos posibilidades. Unirse a la ola de libertad que avanza en el mundo o perecer. Puede perecer si continúa empecinado en que el mundo vuelva a 1993, y desaparecerán si siguen arrodillándose ante el altar del fracasado pensamiento único liberticida y el socialismo que solo deja podredumbre moral, estancamiento, inflación y deuda. El centro reformista tiene que darse cuenta de que la amenaza para la democracia no es lo que llaman “el ogro naranja”, sino el ogro rojo, el virus cancerígeno de esa burocracia y ultraizquierda anti-libertad que nuestros conservadores y socialdemócratas han permitido que se inocule en las venas de las instituciones europeas.
Todos deberíamos dar las gracias a Trump por defender la abundancia energética, la libertad económica, la libertad de expresión y acabar con la financiación del cáncer de ideología que perjudica a las mujeres y emponzoña a nuestros niños y jóvenes. El problema del mundo no es la derecha. Es la ultraizquierda que, por comodidad o miedo, ha sido normalizada y blanqueada por nuestros conservadores pensando que sería el tonto útil que les mantendría en el confort de su poder burocrático. 77 millones de votos no son una manada de gorilas. La libertad avanza.
Fuente: La Razón