
La supuesta fontanera de Ferraz asegura que no ha intercambiado «una sola palabra» con Pedro Sánchez y minimiza su contacto con Cerdán.
La exmilitante socialista Leire Díez ha negado este lunes en el Senado su vinculación con las supuestas labores de fontanería por las que se le investiga en el Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid. En la comisión de investigación del caso Koldo, ha rechazado que tratara de obtener información sensible sobre la UCO por encargo del PSOE y ha negado su relación con los investigados del caso Koldo. Al contrario, se ha presentado como una «periodista» y, pese a los audios en los que ofrece un trato favorable de la Fiscalía a un empresario investigado por corrupción, ha asegurado que ella no tenía «ninguna influencia».
Asimismo, ha desmentido que se reuniera con Koldo García en 2024 para pedirle que no perjudicara al entonces secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, tal y como cuentan algunos medios. Si bien ha admitido haber coincidido con Koldo García en «el despacho de su abogado», ha negado una reunión expresa con ese objetivo concreto y ha anticipado que tomará medidas legales contra la información. Ha afirmado también que con Santos Cerdán no ha tenido ninguna relación «ni política ni personal ni oficiosa», y ha negado cualquier vinculación con Víctor de Aldama. Y, finalmente, ha dicho que no ha intercambiado «una sola palabra» con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Ante las preguntas del senador del PP Joaquín Miranda, Díez ha negado que «nadie» en el PSOE le haya encargado «nunca» investigar a la UCO ni a jueces u otros cargos públicos. «Ha venido al Senado, no como una ciudadana ejemplar, que es lo que pretende vendernos, sino como imputada por cohecho y tráfico de influencias», le ha espetado Miranda. El parlamentario ha acusado a la compareciente de investigar «de tapadillo, extorsionando a gente» y le ha recordado que «no viene a la comisión de periodista, sino de imputada». Pero Díez ha mantenido que su labor es estrictamente periodística, y no de «fontanera».
Todo ello pese a las informaciones sobre reuniones con diversos investigados en causas judiciales a los que prometió venir de parte del PSOE con la posibilidad de aliviar su futuro judicial. Díez ha enmarcado esas reuniones con Hamlyn o con el ex número dos de Interior, Francisco Martínez, en un trabajo periodístico que, según ha dicho, se materializará «en un libro, o dos, o tres, o los que hagan falta«.
La exmilitante socialista ha afirmado incluso que tiene en su poder «dos millones de documentos y 10.000 audios» sobre las cloacas del Estado durante el Gobierno de Mariano Rajoy. «Parece mentira que en el país de las libertades esta periodista tenga que decir que tiene derecho a informar», ha insistido ante las preguntas del senador del PSOE Alfonso Gil. Más tarde, el senador popular Joaquín Miranda ha tachado el relato de Díez de «milonga» y le ha preguntado: «¿Alguna vez ha publicado alguna investigación?». Ante la cuestión, Díez ha admitido que «no».
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Miranda ha reclamado a Díez que remita a la comisión de investigación el pen drive que entregó al PSOE cuando fue expedientada, y le ha preguntado reiteradamente por el contenido de ese dispositivo. Sin embargo, ella se ha negado a revelar esta información alegando que está «judicializada» y escudándose en su supuesto papel de periodista: «¿Usted le va a pedir a una periodista el objeto de su investigación?».
Díez ha estado esquiva cuando la senadora de UPN María del Mar Caballero le ha preguntado por sus ataques al teniente coronel de la UCO Antonio Balas. La exmilitante del PSOE está siendo investigada en el Juzgado de Instrucción número 9 por la reunión que mantuvo a comienzos de 2025 con el empresario Alejandro Hamlyn, a quien ofreció un trato favorable de la Fiscalía a cambio de que este le diera «la cabeza» de Antonio Balas. Balas es el jefe de la unidad policial que dirige las investigaciones de los casos de corrupción que afectan al Gobierno.
«Ha supuesto un escándalo escuchar que quiere la cabeza de un jefe de la UCO», ha espetado la senadora Caballero, y Díez se ha negado a hablar del asunto por estar judicializado. Como investigada en una causa penal, la compareciente se podría haber negado a declarar. Sin embargo, Díez ha optado por contestar a muchas de las preguntas, menos aquellas directamente relacionadas con la causa abierta.
Esta causa gira en torno a un audio que recoge gran parte de la reunión telemática en la que ofrecieron favores a Hamlyn, quien a su vez aseguraba tener información sensible para acabar con la carrera de Balas. Díez se ha escudado en que «solo se difundieron 53 minutos» de la reunión, que duró «113». Respecto a otra información de El País sobre una reunión de Díez con el ex número dos de Interior Fernando Martínez, Díez ha afirmado que se presentó como enviada del PSOE como un método para «sacar información». «Es evidente que obviamente yo no tenía ninguna influencia», ha defendido.
Eso sí, Díez ha reconocido haberse reunido con Santos Cerdán porque tenía audios «que le podían interesar», en abril de 2024. También se reunió con «gente afectada» del Partido Popular, Junts y ERC. La exmilitante socialista se ha mostrado como la víctima de una estrategia que ha afectado a otras personas desde hace «mucho tiempo»: «Se hace una noticia con información falsa o manipulada, de ahí salen denuncias y se abren procedimientos judiciales».
Fuente: 20 Minutos