
Por Becker Márquez Bautista
Amigo Lector. La desafección al liderazgo político y hacia la política se ha forjado en parte en la creencia de que todos los políticos son iguales y que mienten sin castigo alguno e impunidad, los últimos estudios realizado, reflejan un nivel alto de desconfianza hacia la política y hacia las organizaciones políticas en la República Dominicana.
Las mentiras en política se vive en todos los sistemas y en todos los países, el político miente como podemos mentir todos los ciudadanos. Lo que ocurre es que las mentiras en la política tiene un efecto más devastador porque se miente a toda una sociedad y a la vez se le estafa electoralmente, se hace necesario adecentar el quehacer político, no se debe votar por los alcaldes corruptos que intentan reelegirse y por candidatos con la cabeza hueca. Sin propuestas y sin ideas en favor de su o de los municipios.
Las mentiras, como la corrupción, crean desconfianza, distanciamiento, desasosiego. Un mentiroso en política es como tener un gusano en el corazón de la manzana y por consiguiente en la democracia, que dicho sea de paso en vez de hacer el bien lo que hace es un daño gravísimo a nuestra sociedad y a la propia democracia. Cuando un político se dedica a mentir y a enriquecerse con la corrupción pierde credibilidad y pierde votos. Aunque sea a la larga.
Hay que poner un límite a las mentiras en la política. Una forma es contrastarla con la realidad. El que mejor y con más eficacia se dedicó a combatir la mentira política fue el presidente Lincoln. No se refirió a los límites morales de las mentiras sino de lo que puede ser desmentido por la realidad. Su célebre frase sobre la mentira política todavía resuena en los gobiernos, parlamentos y ayuntamientos de todo el mundo. Deberíamos enmarcarla en todas esas instituciones públicas.
“Es posible engañar a unos pocos todo el tiempo. Es posible engañar a todos un tiempo. Pero no es posible engañar a todos todo el tiempo”.
El domingo 18 de febrero se aproxima la fiesta de la democracia, donde saldrán electos alcaldes y alcaldesas, regidores y regidoras. Espero que salgan electos los alcaldes y regidores que no mintieron en la campaña y, si sale algún mentiroso o corrupto electo, ustedes cómo pueblo deben desenmascararlos ante ustedes mismos.
No se equivoquen, escojan a quienes en verdad sean ciudadanos ejemplares y honorables. Alcaldes o regidores que representen los intereses del municipio o del distrito municipal, no escojan a quienes representan sus intereses personales, castiguen a los que utilizan la política para enriquecerse que en vez de honrar a la sociedad más bien deshonra y se promueve la deshonestidad.