La víctima iba desarmada cuando lo interceptaron los supuestamente agresores, dos hermanos que tenían la entrada prohibida en locales de ocio nocturno de la ciudad
La investigación para determinar qué ocurrió el lunes a las 7.10 horas en Santiago de Compostela sigue abierta. Agentes de la Policía Nacional continúan con el visionado de cámaras de seguridad e interrogando a testigos para estrechar el cerco sobre los dos detenidos, Michael y Víctor Delgado, hermanos de origen colombiano de 31 y 21 años. Ambos llevaban meses bajo el radar de las fuerzas del orden, considerados potencialmente peligrosos por haber estado implicados en enfrentamientos previos que motivaron que tuvieran la entrada prohibida en locales de ocio nocturno de la ciudad.
Uno de ellos, la discoteca en la que pasó parte de la noche la principal víctima, un hombre de 31 años de origen dominicano al que, presuntamente, abordaron cuando se encontraba ya en la calle Santiago de Chile. Allí supuestamente lo agarraron, acuchillaron en repetidas ocasiones y arrojaron contra la puerta de un gimnasio, donde dejó un reguero de sangre.
Fuentes del establecimiento, la Grandota, afirmaron que los detenidos llevaban meses sin poder entrar por trifulcas anteriores y descartaron tajantemente que la pelea empezara en su interior, a la vez que destacaron la colaboración del personal y de los testigos con las fuerzas del orden para esclarecer «este desgraciado suceso». Así lo creen también desde la Policía Nacional, cuyos agentes encontraron, en una vivienda de la calle República Arxentina en la que detuvieron a los dos hermanos, las armas con las que habrían cometido el crimen: un cuchillo y una navaja.
LA VOZ
Según fuentes policiales, tanto los detenidos como la víctima se conocían previamente y ya habían tenido enfrentamientos previos, motivados, tal y como perseveraron los mismos agentes, por una cuestión amorosa que, en cambio, personas con relación con la víctima descartan de raíz.
La cuarta persona que resultó herida, que acompañaba al hombre de origen dominicano, solo sufrió un corte en una mano al intentar media en la pelea, trifulca en la que, según fuentes policiales, la víctima iba desarmada.
Estado de salud
El caso ha recaído sobre el Juzgado de Instrucción Número 1 de Santiago, que está a la espera de qué ocurre con el principal herido, que este martes sigue en coma inducido por la gran pérdida de sangre que sufrió debido a las heridas, por lo que su estado reviste de mucha gravedad.
El agresor de 31 años, que tenía una herida de arma blanca en el tórax, sigue grave, aunque fuera de peligro. El detenido de 21 años continúa en los calabozos de la comisaría, a la espera de pasar a disposición judicial.
Fuente: La Voz de Galicia