El gran reto del nuevo primer ministro es aglutinar el apoyo de socialistas y verdes para no correr la misma suerte que Barnier
El veterano político centrista François Bayrou, presidente del partido MoDem, aliado de Macron, será el encargado de sacar a Francia de la crisis política de inestabilidad que el país arrastra desde el pasado verano.
Macron ha decidido nombrar primer ministro a Bayrou, que era el nombre mejor colocado en todas las quinielas por su presunta capacidad de entendimiento con el centro derecha y los socialistas. Macron ha querido tejer un pacto de no agresión para evitar la censura del próximo gobierno y que no se repita la situación vivida con el exprimer ministro Michel Barnier, derrocado por una moción de la izquierda con el apoyo de Le Pen cuando llevaba tan sólo tres meses en el poder.
El gran reto de Bayrou es aglutinar apoyos desde el centro para no correr la misma suerte. Bayrou, de 73 años, los mismos que su predecesor, Barnier, deberá ahora conformar un Ejecutivo y un programa que respete distintos equilibrios.
El nuevo primer ministro tiene fama de hombre dialogante que encarna una tercera vía, una bisagra entre derecha e izquierda muy útil para un ejecutivo que deberá ampliar su base de apoyo para evitar nuevos descarrilamientos.
Tras conocerse el nombramiento, el interés estaba en la reacción de las dos formaciones políticas excluidas de las negociaciones de los últimos días en el Elíseo por el propio Macron. El Reagrupamiento Nacional de Le Pen ha anunciado que no lo censurará “a priori” según palabras de Jordan Bardella, mientras que la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon ya anuncia una moción.
Fuente: La Razón