
El acuerdo entre Trump y la Unión Europea desata tensión en Bruselas. Los 27 intentan proteger sectores estratégicos antes del 1 de agosto
El reciente acuerdo comercial alcanzado entre Donald Trump y Ursula Von der Leyen ha sido recibido con escepticismo en varias capitales europeas. Aunque supone un alivio frente a las amenazas iniciales de imponer aranceles del 30%, el pacto fija una tarifa del 15% para la mayoría de las exportaciones europeas a Estados Unidos. A solo unos días de su entrada en vigor, los 27 intentan introducir excepciones clave antes de que el acuerdo quede cerrado por escrito.
Bruselas trabaja a contrarreloj para proteger los sectores estratégicos como el del automóvil, el farmacéutico o el agroalimentario. La Comisión Europea ya ha mostrado diferencias con la Casa Blanca en cuestiones como los aranceles al aluminio, al acero y a los medicamentos, así como sobre si las inversiones en sectores estratégicos son un compromiso o una obligación. Son cuestiones que habrá que resolver antes del 1 de agosto.
¿En qué consiste el acuerdo?
El acuerdo contempla, -además del arancel general del 15%-, importantes concesiones por pare de la Unión Europea, como la compra de energía estadounidense por valor de 750.000 millones de dólares y adquisiciones militares que aún se están negociando.
Por su parte, Estados Unidos mantiene tarifas del 50% para el acero y el aluminio europeos y estudia aplicar nuevas sanciones a productos como el cobre, los semiconductores o las materias primas. El arancel a los medicamentos se queda finalmente en un 15% para la UE, aunque Estados Unidos había propuesto inicialmente un 200% a nivel global. Además, productos como las películas extranjeras sufrirán un impuesto del 100%.

Trump ha notificado ya a varias potencias, -entre ellas China, Brasil, México o Canadá-, los nuevos aranceles «recíprocos» que se aplicarán desde el 1 de agosto, que oscilan entre el 30% y el 55%. La UE, por su parte, incrementará su arancel del 10% al 15%. Aunque Bruselas califica el acuerdo como un paso positivo frente a los riesgos de guerra comercial, las condiciones impuestas y la falta de claridad en algunos puntos generan preocupación.
¿Cómo afectará a España?
La subida de aranceles de Trump tendrá un impacto en varios sectores de nuestro país, como el del vino y el del acero. Francisco Javier Rivas, profesor de EAE Business School, asegura: “El efecto global es bastante pequeño. Se calcula entre un 0,1 y un 1,5 % del PIB”. Señala las regiones más afectadas a Cataluña, debido a su fuerte influencia en la fabricación de maquinaria para vehículos; la Comunidad Valenciana y Andalucía por sus cosechas de aceituna y aceite de oliva.
En el sector del vino, Manolo Pardo, director de exportación de Bodegas Matarromera, defiende que: «Se necesitan condiciones ventajosas y justas para ambas partes». En el ámbito agroalimentario también se respira incertidumbre, y se espera conocer cómo afectará a los países competidores, como afirma Antonio de Mora, secretario general de Asemesa:
«La clave es ver cómo quedan nuestros principales competidores, como Egipto, Turquía y Marruecos». Las exportaciones de aceituna negra serán las más afectadas con un arancel del 30%. El acero también está en juego, como anuncia Carola Hermoso, directora general de Unesid: “El arancel del 50 % sigue vigente”. Las empresas del sector aseguran estar ya sufriendo las consecuencias
Fuente: Antena 3