
Los intereses de gigantes de la comida rápida como McDonald’s, Starbucks y KFC se han visto seriamente afectados en naciones del mundo árabe y este escenario amenaza con extenderse a otras regiones del orbe.
Semanas después de que Israel emprendiera su incursión en el sitiado enclave palestino de Gaza, una campaña de boicot contra los productos israelíes comenzó a ganar impulso en Egipto, Jordania y Turquía.
Las empresas afectadas han adoptado posturas proisraelíes en el conflicto, o supuestamente tienen vínculos financieros con Israel o inversiones allí.
A medida que aumenta la presión global sobre Tel Aviv por sus acciones en la franja palestina, hay señales de que la campaña de boicot también se está extendiendo a otros países árabes, incluidos Kuwait y Marruecos.
La actual campaña forma parte del movimiento propalestino de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel.
El movimiento BDS fue iniciado en 2005 por unas 170 organizaciones de la sociedad civil palestina en busca de ejercer presión mediante “diversas formas de boicot contra Israel” y aboga por la ruptura de los vínculos económicos, culturales y académicos con Tel Aviv para ayudar a promover la causa del pueblo palestino.
Fuente HispanTV