Será por 30 días, así lo confirmó el ministro candidato en una conferencia con medios internacionales en la que también adelantó que enviará modificaciones al proyecto de Presupuesto 2024 para que sea superavitario. De cara al ballotage, Massa promete que reordenará la economía para seguir garantizando negocios y dólares para pagarle al FMI.
El día después de las elecciones presidenciales generales, Sergio Massa, actual ministro de economía anunció medidas ante una conferencia organizada para la prensa internacional. El candidato que sacó el mayor caudal de votos este domingo (36 %), y que competirá con Javier Milei de LLA, confirmó que desde este martes regirá un dólar diferencial destinado a las patronales exportadoras. Sin sorpresas, este beneficio se suma a todos aquellos que ya reciben las grandes patronales como el dólar soja, agro, el de economías regionales o para sectores energéticos, entre otros.
“Para fortalecer las reservas argentinas, vamos a ampliar el Programa de Fortalecimiento Exportador a todas las actividades”, explicó Massa ante periodistas. Afirmó, además, que “todo el complejo exportador argentino (bienes intermedios, bienes terminados, productos primarios y servicios) van a tener por los próximos 30 días un régimen de liquidación de 70% ingresado por lo que se denomina el mercado único y libre de cambios (MULC) y 30% por lo que se denomina sistema de dólares financieros o contado con liquidación”.
La medida vigente por 30 días es una flexibilización en el mercado de cambio que les permite a las patronales exportadoras recibir una mayor cantidad de pesos ante sus liquidaciones. Mientras el tipo de cambio oficial minorista se ubica en $ 367, con este beneficio el sector transables tiene la posibilidad de liquidar un 30 % de sus exportaciones a $948 (CCL). De esta manera, el tipo de cambio por cada dólar liquidado sería de $ 529 en lugar de $ 350, una mejora del 51 %.
Massa sostuvo que la medida se explica por la necesidad de reforzar las reservas, que estarían en un rojo superior a los U$S 20 000 millones. Si bien es cierto que esta frágil situación le da mayor poder de fuego de las presiones cambiarias, no resuelve el problema de fondo y termina beneficiando a uno de los sectores que siempre especulan con la devaluación.
La escasez de dólares en el país se explica a partir de la permanente salida de divisas, tanto para el pago de la deuda (pública y privada) como por la gran fuga de capitales y las maniobras de subfacturación de exportaciones o sobrefacturación de importaciones. Las medidas terminan sólo favoreciendo a las empresas.
Ante la prensa mundial el ministro también confirmó que se enviará una citación para tratar en comisión una modificación del Presupuesto 2024 para que tenga un superávit fiscal de un 1 %. El presupuesto presentado tiene un déficit fiscal del 0.9 % de PBI. Según el relato de Massa, este reordenamiento en las cuentas públicas se lograría no en base a un ajuste sobre partidas sociales, sino recortando los beneficios tributarios que tienen las empresas concentradas. Una iniciativa que el oficialismo viene anunciando desde 2021, pero con la que nunca avanzó.
Massa prometió además cambios en los cupones de los bonos para compensar a los acreedores luego de la caída de casi un 11% que tuvieron este lunes. “Vamos a estudiar mecanismos de premio y anticipación de pagos en algunos bonos argentinos para recuperar confianza y seguridad en el mercado de bonos”, dijo el ministro. Un nuevo regalo para los fondos buitres.
Con un claro signo electoral, el ministro de Economía afirmó que “El año que viene pagarle al Fondo no implicará más inflación”, pero los precios siguen en escalada y la medida anunciada este lunes sólo le suma presión a la inflación.
Previo a las elecciones Alberto Fernández, denunció al candidato presidencial de La Libertad Avanza por “infundir temor público”. Lo hizo tras los dichos del libertariano contra el peso, alentando al desarme de plazos fijos, en plena corrida cambiaria. Milei había declarado que la moneda nacional “no puede valer más que excremento”. También Massa había acusado a Melconian de mentiroso por plantear que el dólar se elevaría a $ 500. En los hechos todos coinciden en cumplir con las exigencias del FMI de devaluar la moneda con el objetivo de acumular reservas para pagar la deuda externa.
La devaluación, aunque en este caso sea parcial, reduce los precios de los productos elaborados en el país (expresados en moneda extranjera) y abarata los salarios medidos en dólares lo que mejora la ganancia empresarial. Pero las modificaciones en los precios relativos provocados por la inflación llevan a nuevos ajustes en los precios para preservar el margen de ganancia anterior. Con la devaluación se acelera la dinámica inflacionaria que “come” la “competitividad” que ganaron las empresas que se beneficiaron con la suba del tipo de cambio oficial. Esto significa una presión para nuevas devaluaciones que se agrava por un contexto de debilidad de las reservas del Banco Central.
Fuente La Izquierda Diario