Miles de alemanes tomaron las calles de la ciudad de Potsdam para protestar contra la extrema derecha alemana, después de que se revelara la celebración de una reunión secreta entre políticos del partido Alternativa para Alemania (o AfD, por sus siglas en alemán) y otros grupos radicales de la extrema derecha.
Entre los manifestantes se encontraba el canciller de Alemania, Olaf Scholz, quien, junto al resto de los manifestantes, mostró su indignación por los planes de «remigración» de expulsión forzada de personas de origen inmigrante, que supuestamente fue el tema principal de la reunión.
Repatriación masiva
El antiguo portavoz del grupo de extrema derecha austriaco Movimiento Identitario, Martin Sellner, presentó un plan de «repatriación masiva» a los políticos del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania, para llevar a cabo deportaciones masivas en el caso de que el partido llegara al poder.
Entre los invitados de la reunión se encontraban el antiguo copropietario de la cadena de panaderías Backwerk y actual accionista de la cadena de hamburguesas Hans im Glück, Hans Christian Limmer y el ultraderechista Gernot Mörig, antiguo dirigente del grupo de extrema derecha Asociación de Lealtad Juvenil.
El capítulo más oscuro de la historia alemana
Los resultados de la investigación han provocado indignación entre todos los demás partidos políticos del país y han reabierto el debate sobre la ilegalización de Alternativa para Alemania. Los manifestantes defienden que los planes del partido de extrema derecha recuerdan el capítulo más oscuro de la historia alemana.
AfD reconoció que se habían llevado a cabo conversaciones a favor de lo que llaman «remigración», pero negó apoyar una expulsión masiva de extranjeros.
Alice Weidel, presidenta de Alternativa para Alemania, afirmó en un comunicado: «AfD no cambiará su posición sobre la política de inmigración, que se puede leer en el programa del partido y que está totalmente en consonancia con la Ley Fundamental».
Fuente Euronews