
Decenas de miles de israelíes, encabezados por los familiares de los prisioneros de Hamas, protagonizaron una masiva manifestación en Tel Aviv contra el gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Los participantes levantaron pancartas con la inscripción “Morimos debido a la política de Netanyahu… Sal de nuestras vidas” y exigieron el cese de la guerra y la liberación de todos los secuestrados en la Franja de Gaza.
La protesta tuvo lugar en la calle King Saul, actualmente cerrada al tráfico. Haifa también fue testigo de una amplia concentración en la cual los indignados pidieron la destitución del gabinete.
Conforme a una encuesta de opinión, el 80 por ciento del pueblo israelí considera a Netanyahu responsable de los eventos después del 7 de octubre.
De acuerdo con los medios, el mayor temor de Israel es terminar la guerra sin lograr victoria.
Analistas comentan la desconfianza generalizada en el liderazgo político del gobierno en los últimos años.
Según estos, las disputas, los asuntos menores y la corrupción, así como la falta de espíritu por parte de los dirigentes israelíes debilitaron su posición y socavaron la autoridad.
La guerra actual evidenció la profunda división en el estamento de seguridad dada su incapacidad de identificar y comprender la amenaza desde el sur y el norte, la deserción de reclutas del frente de batalla y el número de soldados fallecidos, señalan.
Con anterioridad, medios revelaron la crisis de fe dentro del ejército israelí luego del despido de un comandante y su subcomandante del ejército, quienes dieron la orden de retirada tras caer en una emboscada y el “fuego infernal” de Hamas desde varias direcciones.
Fuente Al Mayadeen