
La consigna del Gobierno ya afecta a contratos y obras de infraestructuras hidráulicas, sector en el que el país judío es puntero
La «desconexión» de la Administración española con Israel va más allá de la industria tecnológica de defensa. Las instrucciones giradas desde La Moncloa durante las últimas semanas son las de ir reemplazando también en otros departamentos ministeriales a los proveedores vinculados a Tel Aviv por empresas chinas. La operación supondría, más allá de Huawei, franquear la entrada al gigante asiático del engranaje administrativo español con un notorio incremento de la contratación y venta de suministros.
La consigna transmitida por el Gobierno, supeditada a la supervisión técnica pero de una indudable carga política, incluye la formalización de contratos en infraestructuras, comunicaciones y la prestación de múltiples servicios que reemplazarían a los proporcionados ahora por empresas israelíes.
Las directrices cursadas son las de acompasar el deliberado desencuentro con Israel forzado por Pedro Sánchez con los intereses de España en el refuerzo de las relaciones comerciales con Pekín, pese a las objeciones expresadas por la Unión Europea y la oposición frontal de la Administración Trump, en una guerra global por el control del comercio mundial con el régimen de Xi Jinping.
Este giro estratégico hacia China impulsado durante los años de mandato de Sánchez se ha visualizado en los tres viajes realizados a Pekín por el presidente del Gobierno al amparo de las gestiones ‘oficiosas’ de José Luis Rodriguez Zapatero.
Piezas para obras de conducción
Una de las áreas más expuestas a la penetración china en la Administración a partir de la excusa de deshacer los vínculos contractuales con Israel es la de las infraestructuras hidráulicas, ligadas al Ministerio de Agricultura, en la que el país hebreo es puntero.
Según información confirmada por Vozpópuli, este departamento ministerial tiene ya sobre la mesa indicaciones de sustituir varios fabricantes israelíes de componentes de obras de conducción hidráulica por materiales de procedencia china.
Intercambios de colaboración revocados
Además, han sido revocados algunos intercambios de colaboración entre técnicos españoles y de Israel para la puesta en común de las novedades en investigación sobre optimización del uso del agua para riego agrícola y en el campo de la desalinización.
La relación entre España e Israel en materia de gestión hídirica viene de lejos, a través de la Autoridad Nacional del Agua israelí y de administraciones españolas como la Generalitat Valenciana y otras entidades públicas.
En el caso valenciano, Israel ha aportado soluciones a la sequía con técnicas relacionadas con la desalinización y la localización de yacimientos de agua subterránea, mientras que el país judío se ha beneficiado de técnicas de gestión eficiente del agua empleadas especialmente en la agricultura alicantina.
El interés agrícola de Pekín
En paralelo, las autoridades chinas se han mostrado muy interesadas en los últimos meses en potenciar sus soluciones aplicadas a los regadíos y otros aspectos relacionados con la tecnología agraria, como quedó de manifiesto en un viaje cursado el año pasado a Madrid por el viceministro chino de Agricultura, completado con una visita oficial a Pekín del ministro Luis Planas.
En el caso del Ministerio de Agricultura, la contrapartida viene representada en parte por la decena de protocolos suscritos por España y China para la exportación de productos agroalimentarios españoles desde 2018, año en el que comenzó a gobernar Pedro Sánchez tras ganar la moción de censura que impulsó junto a sus socios contra Mariano Rajoy.
Los productos agroalimentarios son capitales en las relaciones comerciales entre ambos socios dado que suponen casi un tercio de las ventas totales de España a aquel país.
La acción del Gobierno de relegar a Israel también en lo comercial se produce tras la puesta en marcha de varias acciones de boicot a empresas de ese país o participadas por capital judío que han venido promoviendo colectivos propalestinos como parte de su campaña contra Israel valiéndose de escaparates como la reciente Vuelta Ciclista a España.
Fuente VOZ POPULI