La joven, diagnosticada a los 16 de un sarcoma de Ewing, contó en redes sociales su enfermedad a cientos de miles de seguidores para concienciar sobre la necesidad de investigar
“Mis ganas ganan”. Tres palabras que se convirtieron en el lema de vida de Elena Huelva en su lucha contra el cáncer, que ha terminado este martes por la mañana con su fallecimiento en Sevilla a los 20 años. La joven tardó poco en conquistar a miles de personas gracias a su incansable demostración de superación y visibilización por redes sociales. Con tan solo 16 años, le diagnosticaron un sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer que se forma en los huesos o en tejidos blandos alrededor de los mismos. Cuatro años después, Huelva ha muerto a causa de la enfermedad, según ha anunciado su familia desde su perfil de Instagram. “Desde esta mañana, Elena os baila y os mira desde su estrella. Gracias por todo”, han escrito sobre una fotografía de una Elena sonriente.
La joven sevillana comunicaba el 4 de diciembre a sus miles de seguidores —822.000 en Instagram y otros tantos en TikTok— que las cosas no estaban yendo bien y que le habían encontrado más enfermedad en la tráquea. Este lunes dejaba en sus redes sociales un “os quiero” a sus seguidores. Las redes se han llenado desde entonces de mensajes de apoyo y fuerza. Entre ellos, los grandes amigos que ha hecho durante el proceso, como la periodista Sara Carbonero, la actriz y presentadora Ana Obregón cuyo hijo falleció por el mismo tipo de sarcoma, el cantante Manuel Carrasco o la influencer María Pombo.
Y aunque el cáncer no frenó, la sevillana luchó con todo hasta el final. En los últimos años, disfrutó de decenas de conciertos de sus artistas favoritos: de Aitana, a quien acompañó casi por toda España; o de Manuel Carrasco, que le dedicó en numerosas ocasiones Mujer de las mil batallas, canción en apoyo a los que luchan contra el cáncer. En octubre, fue galardonada con el premio Hope Awards de Elle, por su valentía y lucha diaria.
La visibilización que la joven consiguió hacer de la enfermedad ha tenido impacto en su entorno, en sus seguidores y en la investigación. Su constancia ha ayudado a otros pacientes de cáncer a continuar con su enfermedad, ha puesto cara a la necesidad de investigar. “Nos das a los científicos la energía que necesitamos para continuar investigando”; “Aunque mi tratamiento de quimioterapia no está yendo tan bien como esperábamos, tu ejemplo me da fuerzas para aguantar”; “Llevo un día de perros… abro el Instagram y te veo a ti. Gracias por abrirme los ojos y enseñarme a valorar cada minuto de esta hermosa y a veces injusta vida”, dicen algunos de los comentarios que miles de personas han dejado en sus redes sociales.
“Quiero dejar claro que yo ya he ganado por todo el amor y las personas que tengo a mi lado. Pase lo que pase, sé que mi vida no ha sido en vano porque he luchado y he conseguido lo que quiero, visibilizar”, exponía en sus redes sociales. En estos cuatro años, Huelva se ha encargado de transmitir a través de sus redes sociales todo el proceso: desde las sesiones de quimioterapia hasta sus largas estancias en el hospital; desde los buenos momentos hasta los diagnósticos más temidos. Pero siempre lo hizo con una sonrisa y bajo el mismo lema: mis ganas ganan.
Fuente El País