
La cantante irlandesa Sinead O’Connor, una de las principales voces de la música de los años 90, falleció este miércoles a los 56 años. Hace un año y medio había sufrido la muerte de su hijo Shane, de 17 años.
La familia de la artista e intérprete del hit “Nothing compares 2 U” informó la noticia de su muerte, pero no dio detalles sobre la causa de su fallecimiento.
“Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Sinéad. Su familia y amigos están devastados y han pedido privacidad en este momento tan difícil”, señala la nota emitida por su familia, que no precisa las circunstancias de la muerte.
Perfil de la cantante irlandesa
Nacida en Dublín en 1966. Su primer álbum, «The Lion and the Cobra», lanzado en 1987, llamó la atención de la crítica y del público por su voz poderosa y su estilo artístico único. El éxito de su sencillo «Mandinka» la catapultó a la fama y se convirtió en una figura icónica de la música alternativa en la década de los 80.
Entonces, fua aclamada como una de las grandes revelaciones musicales del fin de siglo. Había comenzado su carrera como vocalista del grupo Ton Ton Macoute, y su ascenso en la segunda mitad de los 80 fue meteórico, hasta conquistar los rankings con su versión de “Nothing Compares 2 U”, escrita originalmente por Prince.
Meses después, acompañó a Roger Waters como parte del grupo de músicos que se sumaron al exintegrante de Pink Floyd en la puesta de The Wall en Berlín.
Conocida tanto por su cabeza rapada y sus opiniones contundentes sobre la religión, el sexo, el feminismo y la guerra como por su música, muchos la recuerdan por haber roto una foto del papa Juan Pablo II durante una aparición televisiva en el programa Saturday Night Live. Ese episodio de 1992 le granjeó el odio de sectores religiosos.
Más tarde, se ordenó sacerdotisa de una orden católica disidente en 1999, y en 2018 rechazó el cristianismo para convertirse al Islam, por lo que cambió su nombre a Shuhada’ Sadaqat.
Como cantante publicó un total de diez álbumes de estudio, pero nunca dejó de lado su papel de activista, abordando diferentes problemáticas como el abuso infantil, que dijo haber sufrido, los derechos de las mujeres o el racismo.
Los problemas de salud mental también fueron una constante en la vida de O’Connor, madre de cuatro hijos, unos de los cuales, Shane, se suicidó el pasado año a los 17 años, después de estar desaparecido durante varios días.
Tras este suceso, la cantante explicó en sus redes sociales que su hijo “decidió poner fin a su lucha terrenal” y pidió que “nadie siguiera su ejemplo”. Añadió que “desde entonces, vivo como una criatura nocturna no muerta. Fue el amor de mi vida, la lámpara de mi alma”.
«Esto es para mi Shaney. La luz de mi vida. La lámpara de mi alma. Mi bebé de ojos azules. Siempre serás mi luz. Siempre estaremos juntos. Ningún límite puede separarnos. Voy a tomarme un tiempo privado para llorar a mi hijo. Cuando esté preparada, contaré exactamente cómo el Estado irlandés en las formas ignorantes, malvadas, interesadas y mentirosas permitieron y facilitaron su muerte», escribió Sinead O’Connor
Sinead O’Connor declaró que no comprendía cómo su hijo logró salir del hospital que tenia vigilancia permanente. Después de desahogarse en redes sociales, la famosa cantante decidió continuar honrando la vida de su hijo y le dedicó una canción de Bob Marley, Ride natty ride.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, declaró que lamenta “profundamente” la muerte de O’Connor y extendió sus “condolencias a su familia, amigos y a todos los que amaban su música”.
“Su música era amada en todo el mundo y su talento era inigualable e incomparable”, escribió el premier en Twitter.
Fuente Pagina 12