Chubarov, presidente del Mejlis tártaro de Crimea, declaró a ‘Euronews’ que cualquier acuerdo de paz a expensas de las concesiones territoriales de Ucrania, en particular respecto a Crimea, sería «una indulgencia al agresor para destruir tanto al Estado ucraniano como al pueblo tártaro de Crimea».
La victoria de Donald Trumpen las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha dejado a muchos en todo el mundo preguntándose cómo va a ser la política exterior de Washington, especialmente en lo que respecta a Ucrania. La principal preocupación es si el plan de Trump incluirá posibles concesiones territoriales, concretamente sobre Crimea.
Refat Chubarov, presidente del Mejlis tártaro de Crimea (único órgano representativo y ejecutivo autorizado del pueblo tártaro de Crimea), declaró a ‘Euronews’ que cualquier acuerdo de paz a expensas de las concesiones territoriales de Ucrania, en particular respecto a Crimea, sería «una indulgencia al agresor para destruir tanto al Estado ucraniano como al pueblo tártaro de Crimea, porque Rusia lo percibirá como debilidad.»
Poco después de las elecciones presidenciales estadounidenses, el Mejlis emitió una declaración sobre la «inadmisibilidad de compromisos a costa de concesiones territoriales por parte de Ucrania». Chubarov la citó, afirmando que «Crimea es la patria del pueblo autóctono tártaro de Crimea y parte integrante del Estado ucraniano», y que no puede tomarse ninguna decisión en su nombre, ni ahora ni nunca.
El Mejlis tiene desde hace tiempo credibilidad para decidir sobre todos los asuntos relacionados con los tártaros de Crimea. A menudo se le describe como el órgano legislativo del grupo étnico, pero es una comisión o consejo ejecutivo de facto. No es una institución gubernamental oficial, pero representa al pueblo tártaro de Crimea ante el Gobierno de Crimea, el Gobierno de Ucrania y las organizaciones internacionales.
Tras la anexión de Crimea en marzo de 2014, Moscú declaró al Mejlis organización extremista y prohibió sus actividades en Rusia y en la Crimea ocupada por Rusia. Chubarov abandonó la península del Mar Negro poco después. En 2021, un tribunal impuesto por Moscú le condenó a seis años de prisión, aceptando las alegaciones de que era culpable de organizar disturbios masivos en 2014 y de hacer llamamientos a «violar la integridad de Rusia», la expresión utilizada por el Kremlin para describir a los tártaros de Crimea que se oponían ferozmente a la anexión.
«Ninguna nación renunciará jamás a su tierra. Por eso todo el mundo tiene que calmarse, tenemos que buscar las condiciones para la paz, pero no a costa de la tierra ucraniana», dijo a ‘Euronews’ en Bruselas, cuando Ucrania cumplía 1.000 días desde la invasión a gran escala de Rusia.
Una «línea roja» para Moscú, pero no para Kiev
Chubarov cree que los socios de Ucrania cometieron un error en 2014 con la forma en que reaccionaron a la anexión de Crimea y a la invasión inicial de Ucrania por parte de Rusia. Hace una semana, el ex presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, que la UE ha perdido la esperanza de que Ucrania logre recuperar Crimea.
Al ser preguntado por estos comentarios, Chubarov dijo que algunos de los líderes europeos que estaban en el poder en ese momento admitieron que cometieron un error, como el ex presidente de Francia Francois Hollande. «Hollande dijo: seamos honestos, para detener la agresión rusa tenemos que detener todas las posibilidades de suministro de energía, principalmente petróleo y gas de Rusia. Porque este es el producto a través del cual Rusia está matando a sus vecinos, dijo Hollande», recordó Chubarov.
Diez años después, Crimea se considera la piedra angular de la estrategia del Kremlin sobre Ucrania y la mayor «línea roja» para Moscú, como ha dicho muchas veces el líder del Kremlin, Vladimir Putin. Mientras tanto, el futuro de Crimea no es objeto de debate para Kiev, ya que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha declarado en repetidas ocasiones que «la guerra no ha terminado hasta que Ucrania libere Crimea».
Fuente: Euronews