Por Dionicio Hernández Leonardo
Un día como hoy, 28 de agosto del año 430, murió, a la edad de 75 años, Agustín de Hipona, en Hipona (hoy Argelia), África. Fue un escritor, filósofo y teólogo africano, el pensador más brillante e influyente del cristianismo del primer milenio.
Estudió en Cartago. Fue influenciado por los grandes pensadores de la época, que lo llevaron a una búsqueda insaciable de la verdad y al maniqueísmo. Luego, se convirtió al cristianismo. Sus obras más importantes son: Confesiones y Ciudad de Dios. Fue canonizado y declarado doctor de la Iglesia en 1298.
Termino esta nota con un pensamiento de san Agustín: “Conócete, acéptate y supérate”.