
Por Dionicio Hernández Leonardo
Hoy, 15 de agosto, la Iglesia Católica celebra la Solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, cuya doctrina fue instituida como dogma de fe por el papa Pio XII en 1950.
Dicha solemnidad tiene el doble propósito de celebrar la feliz partida de la virgen María de esta vida y la asunción de su cuerpo al Cielo. La primera referencia documentada sobre la muerte de la Virgen surgió durante el Concilio ecuménico de Calcedonia (año 451). En ese escenario, se informó que María murió en presencia de los apóstoles.
Termino esta nota con un pensamiento de Thomas Carlyle: “Aquel que tiene fe no está nunca solo”.