Por Dionicio Hernández Leonardo
Un día como hoy, 9 de marzo 1857, murió, a la edad de 14 años, Domingo Savio en Mondonio, Italia. Fue un alumno de Don Bosco, con una conducta intachable, jovial y dulce que, desde pequeño, abrazó la perfección cristiana; un modelo y ejemplo de amor a Dios para los demás.
Don Bosco acogió a Domingo Savio como a un hijo, lo trató con amabilidad y lo guio por el camino de la santidad juvenil.
Termino esta nota con un pensamiento de Don Bosco: “A los niños se hace mucho bien tratándolos siempre con amabilidad. Hay que amarlos y estimarlos a todos por igual, aunque alguna que otra vez no lo merezcan”.