Por Dionicio Hernández Leonardo
Un día como hoy, 5 de enero de 1946, murió, a la edad de 39 años, Eduardo Brito en Nigua, San Cristóbal, República Dominicana. Fue un cantante de ópera y zarzuela dominicano, de origen humilde. En su infancia y adolescencia, fue limpiabotas y vendedor de dulces.
Eduardo Brito, gracia a su voz maravillosa y a su pasión y deseos de triunfar, con la asesoría musical de Julio Alberto Hernández, logró su sueño y adquirió notoriedad internacional. Su fama fue tal que muchos lo bautizaron «El cantante nacional de la República Dominicana».
Termino esta nota con un pensamiento de Robert Kiyosaki: «La pasión es el inicio del éxito».