Por Dionicio Hernández Leonardo
Un día como hoy, 1 de febrero de 1932, murió fusilado, a la edad de 38 años, Farabundo Martí en San Salvador, El Salvador. Fue un líder político y revolucionario salvadoreño, que pasó a la inmortalidad como símbolo de la resistencia frente a los gobiernos militares y de la lucha antiimperialista.
Farabundo Martí brilló como auténtico internacionalista. Luchó contra las injusticias y contra la intervención imperialista. También, por la soberanía de las naciones y por la unidad de los pueblos centroamericanos.
Termino esta nota con un pensamiento de Nelson Mandela: “Cuando dejamos que nuestra luz brille, subconscientemente damos permiso a los otros para que hagan lo mismo”.