En 2014, los hutíes tomaron el control de grandes zonas del país, incluida la capital, Saná. Al año siguiente, una coalición militar de países árabes intervino en la guerra
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) alertó de lo que denominó la terrible crisis humanitaria y la escalada del conflicto en Yemen, donde una guerra civil que comenzó en 2014 ha provocado sufrimiento, violencia, enfermedades y hambruna generalizados.
Así lo expresó el jefe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, en una sesión del Consejo de Seguridad, quien abundó que “Yemen sigue siendo un país donde las cosas se han deteriorado rápidamente en el pasado y donde pueden volver a hacerlo” .
Tras señalar que el espectro del hambre se cierne sobre el país árabe, Griffiths dijo que persiste una grave privación de alimentos y que se espera que empeore a medida que se acerca la temporada de escasez en junio.
También estamos profundamente preocupados por un brote de cólera que empeora rápidamente”, dijo, añadiendo que hasta ahora hay 40 000 casos sospechosos y se han reportado más de 160 muertes. Griffiths llamó la atención sobre el hecho de que entre 2016 y 2021 miles de personas, en su mayoría niños, perdieron la vida en un brote similar.
“Los últimos siete meses de miseria y dolor en toda la región han aumentado la inestabilidad en Yemen”, dijo, añadiendo que los ataques a buques en el Mar Rojo están perturbando las rutas comerciales globales y amenazando aún más la frágil paz en la región.
Añadió, asimismo, “permítanme subrayar que no podemos –no debemos- permitir que los acontecimientos en la región y el Mar Rojo obstaculicen la paz en Yemen. Eso sería una terrible injusticia y una tragedia para el pueblo de Yemen”.
Por su parte, el enviado especial del secretario general de la ONU para Yemen, Hans Grundberg, se hizo eco de las preocupaciones de Griffiths en la sesión e instó a “todos los involucrados a reducir la situación en el Mar Rojo y sus alrededores”.
“Creo que una solución pacífica y justa sigue siendo posible”, dijo Grundberg, añadiendo que el pueblo de Yemen “está pidiendo igualdad como ciudadanos ante la ley. Por una oportunidad de aprovechar el verdadero potencial económico de su país. Y por servicios que funcionen con buena gobernanza. Estos llamados en última instancia requieren un acuerdo para poner fin a la guerra e iniciar un proceso político”.
En respuesta al bombardeo israelí de Gaza, los hutíes, quienes controlan el poder efectivo en Yemen intensificaron los ataques contra buques comerciales que navegaban por el mar Rojo a mediados de noviembre, amenazando los envíos de petróleo y gas a través de la región.
Al enfatizar la importancia de tomar medidas concretas para promover la paz en Yemen, pidió el apoyo tanto de la región como de la comunidad internacional. “El pueblo yemení no espera menos”, afirmó Grundberg.
Fuente Telesur