Recientemente, el medicamento Ozempic se ha vuelto popular en redes sociales por su efecto para bajar de peso.
Según la organización estadounidense sin fines de lucro AARP, este medicamento para la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) puede ayudar a perder, en promedio, 15 por ciento del peso corporal.
Sin embargo, los expertos en salud advierten que este y otros medicamentos similares no deben usarse como una solución rápida para perder peso en quienes no califican para ella.
Ozempic es el nombre comercial de un medicamento conocido técnicamente como semaglutida, perteneciente a la clase de medicamentos agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1). Estos fármacos ayudan al páncreas de las personas con DM2 a liberar la cantidad adecuada de insulina cuando los niveles de azúcar en la sangre son elevados. También consiguen ralentizar la digestión, provocando sentirse lleno más rápidamente, y ayudan al cerebro a controlar el hambre y los antojos.
En este sentido, es un medicamento sobresaliente para la diabetes, no sólo por su ayuda para controlar el azúcar en la sangre, sino por su efecto para disminuir el peso, pues los pacientes con DM2 suelen tener también sobrepeso u obesidad. No obstante, Ozempic únicamente tiene aprobación de las autoridades sanitarias para su uso en personas con DM2.
Pese a que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado un medicamento similar (Wegovy) para la pérdida de peso, este se restringe a personas con un índice de masa corporal mayor a 27. Adicionalmente, para su uso se requiere presentar al menos un problema de salud relacionado con el peso, como presión arterial alta o colesterol elevado.
Sobre los peligros de utilizar Ozempic y otros fármacos para la diabetes, Adela Alba Leonel, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advierte de los efectos secundarios asociados a cualquier medicamento. En este caso, las reacciones adversas incluyen, con menor frecuencia, dolor o distensión abdominal, estreñimiento, dispepsia, gastritis, reflujo gastroesofágico, eructos y flatulencias.
Además, el medicamento está contraindicado en menores de 18 años, en personas con antecedentes familiares de carcinoma medular de tiroides, de insuficiencia renal o hepática o síndrome de neoplasia endocrina. Por otro lado, no existen estudios clínicos sobre su uso para perder peso en humanos, pero en pruebas roedores se ha observado evidencia de tumores en la glándula tiroides.
Igualmente, se asocia con pancreatitis aguda y problemas de la vesícula biliar, sobre todo cálculos biliares, en roedores. Por otro lado, su compra mediante prescripciones no autorizadas ha derivado en escasez del medicamento a nivel global, poniendo en riesgo a los pacientes con diabetes que necesitan el fármaco.
Aunque Ozempic se popularizó por sus efectos de pérdida de peso, los especialistas coinciden en desaconsejar su uso en personas con intención de perder unos kilos, pero que ya cuentan con un peso saludable. En este sentido, expertos como el hospital Lancaster General Health recomiendan recurrir a cambios en el estilo de vida para perder peso, tales como hacer ejercicio, comer saludablemente y dormir lo suficiente.
Fuente Diario de Salud