Tres participantes en la gestión empresarial de los grupos de rock en los años 90’s, exponen desafíos que imperaban en las bandas de la época y las fórmulas que lograron para salir adelante
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El desarrollo del rock dominicano en los años 90 ‘s se debió al desinterés comercial de los artistas y al criterio de autogestión para realizar grabaciones y conciertos, de acuerdo con un panel realizado en el Centro Cultural Banreservas por participantes empresariales en el género musical.
El conversatorio fue desarrollado conjuntamente con la organización del Proyecto El Arañazo y Tertulias La Yarda, animado por el periodista Alexei Tellerías, con los expositores María José García, Tomás Álvarez y Johnny Tavárez, revelaron los detalles en torno al desarrollo empresarial y emprendedor de los grupos de rock en esa época hasta bien entrados los años dos mil.
Los tres expositores, moderados por Alexei Tellerías, indicaron que la clave para que existieran grupos de rock dominicano, fue la autogestión, la capacidad de vender a como pudieran sus discos y gestionar pago por sus presentaciones, independientemente del apoyo de la radio y los medios de comunicación.
Tomás Álvarez, técnico de sonido, bajista de grupos como Toque Profundo y Tabutec, además de dueño de estudios de grabación, explicó que el trabajo de producir los discos de esas bandas, se hacía con el objetivo de conseguir fondos para financiar las siguientes producciones y no para que cada quien recibiera un pago.
Destacó que en los primeros tiempos en su estudio se grababa en cassettes y que, al finalizar un disco, los integrantes del grupo, los distribuían a mano en las casas disqueras y las estaciones de radio de Santo Domingo.
Johnny Tavárez indicó que la mayor parte de los grupos pueden ser considerados como supervivientes artísticos que se impusieron a una sociedad muy cerrada al ritmo. María José García que representó numerosas bandas de rock y organizó presentaciones de bandas, dijo que las principales dificultades que tenían los grupos eran: la falta de autoestima de muchos de los líderes de los grupos y las dificultades para sonar en la radio con rock en español.
Otras limitaciones para el desarrollo empresarial de los grupos de rock eran la inestabilidad del personal artístico en las agrupaciones y el poco respaldo de las familias a sus parientes que optan por el ritmo. García es abogada y representó a grupos y bandas de rock, pero siempre mediante acuerdos de palabra, sin firmar papeles legales.
La tercera parte de este ciclo de intercambios para dilucidar la historia del rock dominicano, será orientada a la relación de las bandas con los medios de comunicación, evento que se realizará en el auditorio del Centro Cultural Banreservas el venidero mes de agosto.
Maria José García sostuvo que no se avanzó mucho más debido a la baja autoestima de los líderes de las bandas, la poca incidencia en la difusión radial de los temas del género, la inestabilidad de los músicos de los conjuntos juveniles y la falta de apoyo de las familias a los talentos.